Splash pads: Una ingeniosa oportunidad de disfrute del espacio urbano Vanguardia.com.mx

Estamos iniciando la época de más calor en el año para México y, por supuesto, para nuestra región.
Las altas temperaturas, que en Saltillo superan los 35 grados Celsius, provocan distintos fenómenos que impactan en nuestras dinámicas cotidianas.
Por ejemplo, la iniciativa Spotlight de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó en 2024 que cada aumento de apenas 1°C de la temperatura global se asocia con un incremento del 4.
7 por ciento en la violencia de pareja.
Varios factores interactúan para ello.
TE PUEDE INTERESAR: La lección de comunidad que la pandemia nos dejóViviendas construidas con materiales que no aportan confort térmico, diseño ineficiente de las construcciones con espacios reducidos que provocan hacinamiento, altos costos de la energía eléctrica y de los equipos para el acondicionamiento del aire.
Esto se acentúa en países latinoamericanos, que además de tener en general altos niveles de incidencia solar y, en consecuencia, mayor calor, presentan mayores deficiencias económicas, lo que deriva en la proliferación de vivienda precaria.
Evidentemente, este es un componente relevante para la materialización de las problemáticas sociales asociadas a las temperaturas extremas.
Sin embargo, existen soluciones que pueden adoptarse para mitigar los impactos de la variación climática.
La más sencilla −dicho esto sin menoscabo de sus propias complejidades− es el aprovechamiento del espacio público como alternativa a las complejidades y problemáticas que presentan espacios domésticos en condiciones de precariedad.
Sin embargo, no siempre se diseña el espacio público desde la perspectiva de su funcionalidad, misma que resulta de la mayor relevancia, dicho sea de paso.
Su diseño, en cambio, obedece muchas veces a la inercia de la evolución de las ciudades.
Esta se encuentra condicionada por presiones económicas que derivan en algo que bien podría calificarse como explotación del entorno para obtener el mayor provecho en numerario del suelo urbano, aun a costa de condiciones mínimas para su disfrute.
Pero, a pesar de contar con un espacio público modelado de esta manera, las ciudades pueden rediseñarlo y transformarlo para que cumpla con las distintas funciones que favorezcan su vocación de complementariedad a los entornos domésticos.
Particularmente, por lo que hace al abordaje de las problemáticas derivadas de la acentuación del calor, se han explorado distintas propuestas que logran también favorecer la convivencia y la integración de quienes forman parte de una comunidad.
Un caso interesante es el de los llamados “splash pads”: espacios abiertos que cuentan con fuentes y aspersores de agua a nivel de piso, que se presentan como alternativas funcionales, económicas y de bajo riesgo a las albercas públicas.
En estos espacios no se almacena el agua para dar lugar a albercas o chapoteaderos, sino que se mantiene en circulación continua, con espreadores que permiten a las personas usuarias refrescarse y jugar con el agua, sin que esta se desperdicie.
Una vez que el agua llega al suelo, es captada por un drenaje colector que la integra a un sistema de filtrado y recirculación, lo que permite la oportunidad de controlar agentes infecciosos, con menores complicaciones y costos que en una piscina.
Asimismo, el riesgo de ahogamiento es prácticamente nulo, por lo que los costos de vigilancia y cuidado de usuarios se reducen sensiblemente.
Además de lo anterior, permite un abanico más amplio de personas usuarias gracias a la facilidad de acceso.
A lo anterior se suma la posibilidad de control de su funcionamiento, ya que se pueden activar en horarios y periodos fijos, reduciendo el consumo de energía, e incluso pueden funcionar a base de energía solar, resultando aún más asequibles.
TE PUEDE INTERESAR: ¡Que el calor no evapore tus ahorros!; estrategias para salvar luz durante tiempos de calorEn muchas ciudades es común que la incomodidad provocada por la temperatura lleve a la gente a refrescarse en fuentes y lagos artificiales que no están diseñados para ello, generando riesgos para estas personas y para la infraestructura urbana.
Por ello, las ciudades que han adoptado estas intervenciones en el espacio público han encontrado una opción económica y más segura para aportar espacios que ofrezcan a la ciudadanía oportunidades de esparcimiento y convivencia accesibles.
Hay mucho que no podemos controlar, al menos eficientemente, como el clima, pero siempre podemos encontrar soluciones con perspectiva humana y empatía social con beneficios transversales y de gran visibilidad.
Una ciudad que aprovecha la innovación y la creatividad para solucionar problemáticas comunes se abre paso hacia un futuro posible.
jruiz@imaginemoscs.
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