Auditoría, buena idea Excelsior

Los argumentos son la esencia de la democracia.
Es muy sano para nuestra amenazada democracia que el expresidente Zedillo haya roto su silencio –autoimpuesto– y que regrese al debate.
“En los últimos meses –del gobierno de López Obrador– y los primeros de su sucesora, Claudia Sheinbaum, el acertijo quedó diáfanamente resuelto, la transformación prometida era, en realidad, la de sustituir nuestra joven democracia por una tiranía”.
Paso a paso, desde 2018, se han destruido instituciones y contrapesos que llevó décadas construir.
Y van por más.
Primer paso, el uso del megáfono presidencial –ratificado– y sus repeticiones, que desvirtúan y deforman los flujos informativos.
En radio y televisión, al ser concesiones, ronda el temor.
Eso muestra la intención de la 4T.
Despidos, las llamadas y amenazas abiertas, han inhibido durante casi siete años el libre flujo de ideas.
Por supuesto, sigue habiendo espacios, como lo es esta casa editorial, dónde se puede opinar sin cortapisas.
Quizá los concesionarios creyeron que el mal sería pasajero.
Hoy queda claro: es parte del diseño.
La descarada propuesta de la Agencia Digital, que incluyó la intervención en los contenidos y las cancelaciones de concesiones, salió de la Presidencia.
El recuento es demoledor: debilitamiento de las finanzas del INE; penetración y control del Consejo General; cooptación del Tribunal Electoral; control de la FGR; ampliación de la prisión preventiva, PPO, desaparición de los órganos autónomos: Inai, Cofece, Coneval, CRE, CNH, IFT.
La CNDH ahogada en inconsistencias.
El paroxismo es la desaparición de un Poder Judicial profesional e independiente.
La cooptación de las Fuerzas Armadas –$$$– continúa a paso veloz.
Qué tristeza.
El perverso diseño es transexenal.
Zedillo tiene razón, México ya es un régimen autoritario encaminado a una tiranía.
En septiembre pasado, frente a la Asociación Internacional de Barras de Abogados, Zedillo, con toda claridad, advirtió sobre la reforma judicial: “… un conjunto de reformas constitucionales que destruirán al Poder Judicial y, con ello, enterrarán la democracia mexicana y lo que quede de su frágil Estado de derecho”.
La respuesta: descalificaciones y generalidades.
A Zedillo le reclaman el Fobaproa.
Se olvida que surgió para rescatar a la banca mexicana y evitar una parálisis del sistema de pagos.
Por supuesto que hubo pillos y abusadillos, algunos hoy cercanos a la 4T.
También mal uso de recursos públicos por parte de improvisados.
Igual que en Segalmex, Birmex, Pemex, CFE y muchas más.
Una aproximación seria debería incorporar una lectura contrafactual: sabemos lo que ocurrió con el Fobaproa, pero ni siquiera imaginamos lo que hubiera ocurrido a México SIN el Fobaproa.
Calculemos un “corralito” –la restricción en Argentina en 2001 del retiro en efectivo ante el pánico financiero– pero multiplicado… por cuatro.
Por cierto, los pronósticos de crecimiento económico de Argentina para 2025 son de 5%.
La economía con Zedillo creció en promedio 3.
5%.
Con AMLO el promedio fue 0.
9%, el más bajo en 36 años.
Si no decrecemos en 2025, nos habrá ido bien.
Zedillo pide ahora una auditoría recíproca con un auditor internacional independiente: que auditen el Fobaproa –alrededor de 20 mdd– contra las obras emblemáticas de la 4T.
Excelente idea.
Sólo Dos Bocas ya llegó a 20 mil 959 mdd y no produce.
Sumemos NAIM, 332 mil mdp; Insabi, 409 mil mdp; Tren Maya, 500 mil mdp; resultado: 1,241,000, o sea otros 62 mil mdd.
Detallitos adicionales: Segalmex, 15 mil mdp.
Al Inai lo enterraron por costar mil.
La reforma política de Zedillo le arrancó la mayoría al PRI en 1997, llegó la primera elección para la CDMX, Cárdenas, y –no es poca cosa– permitió el arribo de la oposición a la Presidencia en el 2000, Fox.
Ahora van por los pluris, piedra de toque de la democracia mexicana.
No les importan los pesos, salen perdiendo, así es el diseño tiránico.
Columnista: Federico Reyes HerolesImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0