Se va Morena contra Circe Excelsior

La que ya no disimula su animadversión por los alcaldes de Claudia Sheinbaum en la capital del país es Clarita Brugada, quien ha dado vía libre para atacar los territorios que no son suyos, sin importar que sean aliados.
Aunque la jefa de Gobierno tiene puesto el ojo en varios claudistas, donde concentra un especial interés es en Xochimilco, alcaldía gobernada por Circe Camacho, quien llegó apoyada por el Partido del Trabajo.
La petista pudo ser candidata sólo hasta que el mismísimo Andrés Manuel López Obrador le pidió a Armando Quintero, entonces titular en Iztacalco, que llevara ante él al exalcalde xochimilca José Carlos Acosta, quien quería heredar el cargo a Érika Rosales.
Tras su visita a Palacio, Acosta aceptó, a regañadientes, la orden de no sólo dejar pasar a Circe, sino de ayudarla a ganar la alcaldía, pues esos votos eran muy importantes para retener la Ciudad de México y la Presidencia de la República.
El exalcalde cumplió a medias, pues si bien dejó pasar al PT, nunca hizo campaña a su favor e incluso llamó a sus allegados al voto diferenciado en Xochimilco, para que apoyaran a todos los candidatos de la 4T, excepto por Circe.
A pesar de ello, el PT ganó holgadamente la alcaldía, pero, lejos de recibir el apoyo de la 4T, Camacho y su equipo se volvieron un blanco constante de Acosta, con la complacencia de Brugada.
No importó que, a cambio de ceder la alcaldía, José Carlos recibiera una diputación local para Rosales y otra federal para él, a fin de que estuviera protegido ante cualquier revisión a sus finanzas.
Incluso Clarita se lo llevó a Capital Humano para controlar la nómina del gobierno capitalino, aunque no estará más ahí, porque dicen que prometió a su jefa no sólo recuperar Xochimilco, sino hacerse también de Tláhuac y Milpa Alta para el equipo.
Porque hay que recordar que, además de Circe, el cacique Rigoberto Salgado —que controla Tláhuac desde hace varios años— fue de los que abiertamente apoyaron la candidatura de Omar Hamid García Harfuch en contra de la propia Brugada.
Trabajadores de Xochimilco aseguran que José Carlos hace constantes visitas a sus áreas y difunde un audio donde supuestamente Clarita les pide que tengan paciencia, que pronto van a recuperar la alcaldía y que su enviado cuenta con todo su respaldo.
Esa andanada contra Circe ha despertado el apetito de la jauría morenista por esa demarcación, como el de Alejandra Frausto, secretaria de Turismo de la CDMX —con quien Acosta acaba de integrar a parte de su equipo— y que en 2024 fue una de las que aspiró a esa alcaldía.
Tan alborotados andan los guindas, que hasta Francisco Garduño, quien no acaba de irse del Instituto Nacional de Migración, ya dijo que buscará a López Obrador —no a Claudia— para que lo deje ser candidato en Xochimilco.
Pobre Circe, pues, como dijera el desaparecido cómico Pompín Iglesias: “¡Qué bonita familia!”.
 CENTAVITOSMuy interesante fue el cobijo de todos los partidos al llamado de la diputada Nora Arias desde el Congreso de la Ciudad de México para exigir al Instituto Electoral capitalino “no regalar el PRD a un grupo patriarcal” —Los Chuchos—, luego de que el TEPJF la desconociera como presidenta de ese partido.
Lo más destacado no fue el señalamiento de que algunas consejeras electorales “se han extraviado”, sino a que todas las fracciones parlamentarias, incluyendo a Morena, se sumaran a su causa.
La cosa es que, si todo el Congreso se le unió a Nora, quiere decir que detrás de eso también estaría Clarita.
Columnista: Adrián RuedaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0