Impacta efecto Trump en lo social y económico Elimparcial.com Sonora

Las medidas migratorias del presidente Donald Trump han tenido impacto en lo social por la manera en que se percibe el fenómeno migrante y en lo económico se han generado temas sobre el empleo o las cruces del comercio fronterizo.
A dos años de gobernar Estados Unidos el presidente Donald Trump logró sembrar sentimientos racistas y xenófobos entre mexicanos y estadounidenses y de rechazo hacia una migración, incluso controlada, coincidieron expertos.
De acuerdo con especialistas en migración internacional y en economía, los dichos del mandatario estadounidense no tienen justificación laboral, social o económica, dado que ese país requiere de los migrantes para equilibrar sus mercados.
Gloria Ciria Valdez-Gardea, investigadora de El Colegio de Sonora que durante años ha estudiado el fenómeno de la migración, aseguró que Donald Trump se distingue de otros presidentes de Estados Unidos por la narrativa de su discurso, la cual se manifiesta especialmente cuando se refiere a la frontera.
La especialista señaló que las deportaciones, las separaciones de familias migrantes y los proyectos de muros fronterizos tienen décadas en la agenda de los gobiernos estadounidenses, sin embargo es Trump quien recrudece el tema.
"Lo nuevo son sus discursos de culpabilidad hacia los otros gobiernos, porque no hacen lo que él quiere hacer", dijo, "el presidente Trump desplaza la culpabilidad y sus responsabilidades hacia el otro, hacia México por no cuidar sus fronteras, hacia los países centroamericanos por no proveer de lo necesario a sus habitantes".
De todo ello los resultados son amplios, aseguró: Hay mayor temor de quienes salen de sus países, pero también hay miedo entre los ciudadanos estadounidenses que rechazan a los inmigrantes.
Y además, añadió, este pensamiento ya permea entre los mexicanos.
"Aquí en México, el asunto de la caravana, por ejemplo, ha causado reacciones mixtas, de ciudadanos que opinan muy parecido a lo que el señor Trump ha dicho de nosotros los migrantes mexicanos.
Eso es muy grave", expresó.
Esta misma situación es definida por Mario Alexander Cabrera Duarte como una criminalización hacia la población migrante, con la que se busca justificar la adopción de medidas como la construcción del muro fronterizo o la negación de solicitudes de asilo a extranjeros.
Cabrera Duarte, académico de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y con experiencia en investigación de migración en municipios de Sonora, coincidió en que existe un impacto en el pensamiento tanto de estadounidenses como de mexicanos hacia los migrantes.
"El discurso del presidente de Estados Unidos ayuda a exacerbar estos ánimos, ayuda a que estas personas actúen de forma más agresiva aún", consideró.
Incluso a nivel de autoridades, añadió el investigador, se crea la percepción de que los gobiernos de México y Centroamérica deben responder a los deseos del presidente estadounidense.
"Ha hecho que presidentes como el de Honduras traten de cumplir con lo que se les está mandando e incurran en algunas acciones, y hacen que funcionarios mexicanos también cumplan ese papel de cuidador de la frontera Sur de Estados Unidos", resaltó.
Para Gloria Ciria Valdez-Gardea es evidente también que el éxodo de migrantes centroamericanos hacia los países del Norte no es un problema exclusivo de Centroamérica, sino que corresponde con lo que ocurre en otros lugares del mundo.
Como ejemplo, citó el caso de los marroquíes que emigran principalmente a España, así como los venezolanos que se han desplazado hacia Sudamérica, en ambos casos porque huyen de la pobreza en sus países.
"Es importante que la ciudadanía sepa que estamos viviendo una crisis de movilidad, y que ello habla de un Estado fallido", agregó la investigadora.
SIN JUSTIFICACIÓN ECONÓMICALa política migratoria en Estados Unidos no incluye un factor económico y se reduce a un discurso político del presidente Donald Trump, consideró el economista y catedrático de la Universidad de Sonora, Joel Espejel Blanco.
El crecimiento económico de ese país en los últimos tres años, explicó, propició la generación de empleos, muchos de ellos especializados, en donde se ocuparon los estadounidenses preparados, y hacen falta personas que realicen labores de menor calificación.
"Ahorita es necesario que lleguen migrantes a la economía de Estados Unidos, pero migrantes no cualificados laboralmente, ellos no compiten en los mercados laborales con los originarios del País al que van, por el tema de la especialización", señaló.
Contrario es el caso de México, expuso, porque de quedarse los migrantes en este País, provocaría un ‘ahorcamiento’ del mercado laboral, especialmente en el sector agrícola y en parte en el sector de servicios.
Afirmó que en caso de que miles de migrantes buscaran un empleo en México, el Gobierno tendría que hacer un diseño de política económica en planificación de la oferta de trabajo, para equilibrar el mercado laboral y que no caigan los salarios.
"Aquí sí va a impactar, si se llegan a quedar acá sí impacta porque si no llegan a cruzar a Estados Unidos y se quedan en México, habrá una competencia muy fuerte y competirán los centroamericanos por empleos con los connacionales", enfatizó.
En el caso del comercio, consideró que los más afectados con la política del cierre de garitas serían los comerciantes del vecino país, dado que son los mexicanos quienes en estas fechas acuden a realizar sus compras.
Destacó que el reto para los gobiernos de estados como Sonora y Baja California es generar un plan de empleo para los migrantes, ya que al no tenerlo sí podrían incubarse problemas sociales y de inseguridad para la población local.