Por qué una empresa china de gadgets puede fabricar un coche eléctrico y Apple no Diario.mx

Por Meaghan Tobin y Claire Fu

Meaghan Tobin reportó desde Taipéi, Taiwán, y Claire Fu desde Seúl.

28 de febrero de 2025Actualizado a la 1:52 p.m. ET

Después de casi una década de intentarlo, Apple finalmente abandonó su esfuerzo por producir un automóvil eléctrico el año pasado, cancelando un proyecto que absorbió 10.000 millones de dólares.

Pero el año pasado en China, el fabricante de productos electrónicos Xiaomi lanzó su primer automóvil eléctrico después de solo tres años de desarrollo y entregó 135,000 vehículos. Ha prometido duplicar ese número en 2025.

La capacidad de Xiaomi para tener éxito donde Apple no pudo muestra hasta qué punto China ha llegado a dominar la cadena de suministro de vehículos eléctricos. Las empresas chinas han dominado la fabricación de vehículos eléctricos. Al aprovechar esa infraestructura, Xiaomi pudo obtener componentes de forma rápida y económica.

Más compañías chinas de vehículos eléctricos, incluidas Leapmotor, Li Auto y Seres Group, están comenzando a obtener ganancias después de quemar efectivo durante años en su intensa competencia por el mercado automotriz más grande del mundo.

Y Xiaomi no es la única empresa china de electrónica de consumo que se ha diversificado hacia los vehículos eléctricos. El gigante de las telecomunicaciones Huawei, al que el gobierno de Estados Unidos ha atacado con sanciones y acciones legales durante años, está fabricando software de conducción autónoma. Huawei se ha asociado con varios fabricantes de automóviles chinos, incluido Seres Group y las empresas estatales SAIC Motor, BAIC y Chery.

Xiaomi ha sido comparada durante mucho tiempo con Apple. Hizo apuestas que sus rivales se apresuraron a imitar, como vender sus teléfonos de bajo costo y alto diseño principalmente en línea. Su director ejecutivo, Lei Jun, incluso se vistió como el cofundador de Apple, Steve Jobs, con jeans y una camisa negra, para el primer lanzamiento de teléfono de Xiaomi en 2011.

El primer coche eléctrico de Xiaomi salió al mercado el pasado mes de marzo: el SU7, una berlina de cuatro puertas con funciones de inteligencia artificial que puede ayudar a aparcar, reproducir películas para los pasajeros y programar los electrodomésticos de Xiaomi desde la carretera. Lei dijo que parece un Porsche. Pero a 30.000 dólares, es una cuarta parte del precio.

Xiaomi fabrica todo tipo de productos electrónicos, desde robots aspiradores hasta aires acondicionados, que se conectan a través de su sistema operativo y se controlan en su aplicación. El SU7 es, en cierto modo, un gadget más. Puede utilizar los datos recopilados de otros dispositivos sobre la rutina diaria de un conductor para determinar el mejor momento para cargar las baterías del automóvil.

"Xiaomi realmente ha comenzado a infiltrarse en tu casa", dijo Gary Ng, economista de Natixis Corporate & Investment Banking. "Todo está vinculado, y esto es algo que otras empresas no podrían hacer".

Si bien el SU7 le dio a Xiaomi solo una pequeña fracción de las ventas de los principales fabricantes de vehículos eléctricos de China, coloca a Xiaomi entre las empresas chinas que están asestando un gran golpe al largo dominio de los fabricantes de automóviles extranjeros sobre el mercado chino de autos premium. En el año transcurrido desde que el SU7 salió a la venta, las entregas de Porsche en China cayeron casi un 30 por ciento.

El jueves por la noche en Pekín, Xiaomi lanzó una versión de gama alta, el SU7 Ultra, junto con una versión premium de su último smartphone. La compañía organizó un llamativo teaser para el automóvil al competir con un prototipo en el autódromo alemán de Nürburgring, donde, según Xiaomi, estableció un récord para el "sedán de cuatro puertas más rápido".

Xiaomi también planea lanzar un vehículo utilitario deportivo, el YU7, este año, según los documentos regulatorios en China.

Las empresas chinas de vehículos eléctricos se han beneficiado de miles de millones de dólares en apoyo gubernamental, lo que les ha ayudado a obtener el control de la cadena de suministro hasta los minerales dentro de las baterías de los automóviles. Esta ventaja inicial ayudó a dos empresas chinas, BYD y Contemporary Amperex Technology Company, conocida como CATL y agregada a la lista del Pentágono de empresas militares chinas en enero, a convertirse en los mayores fabricantes de baterías eléctricas del mundo.

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Xiaomi utilizó esta cadena de suministro a su favor. Sus coches contienen baterías de BYD y CATL. Fue capaz de iniciar rápidamente la producción al hacerse cargo de una fábrica de Beijing Auto Group. Los trabajadores de la construcción en Pekín trabajan día y noche en una segunda fábrica.

Toda esta capacidad de fabricación ayuda a las empresas chinas de vehículos eléctricos a pasar del desarrollo a la producción en mucho menos tiempo que los fabricantes de automóviles tradicionales en China, lo que les permite llevar nuevos modelos al mercado rápidamente y concentrarse en crear software que puedan actualizar continuamente, dijo Stephen W. Dyer, jefe de Asia Automotive en AlixPartners, una consultora.

La intensa competencia en el país ha empujado a muchos fabricantes de automóviles chinos a inundar el mercado automotriz mundial con autos eléctricos asequibles. El año pasado, BYD vendió más de cuatro millones de autos nuevos en todo el mundo.

Es solo cuestión de tiempo antes de que los autos Xiaomi estén en las carreteras fuera de China, dijo Cui Dongshu, secretario general de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China.

La popularidad de Xiaomi como fabricante de todo tipo de productos electrónicos de consumo le dio un profundo conocimiento sobre las preferencias de los consumidores chinos. El primer día que se entregaron los SU7, los compradores podían ir a la tienda de aplicaciones de Xiaomi y obtener accesorios para engañar a los autos, como relojes analógicos en el tablero y una fila de interruptores físicos que se conectan a un panel de pantalla táctil.

"La fortaleza de la marca pone a Xiaomi por delante de muchos de sus competidores", dijo Tu Le, director gerente de la consultora Sino Auto Insights. "Eso es lo que se necesita para vender autos a nivel mundial, porque no es solo un producto de consumo, es un producto emocional".