J. Eleazar Ávila Pérez… Periódico Contacto
Jamlet Política…
Claudia: Síndrome de Estocolmo…
Lo más triste que leerán mis lectores este día, es que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no manda ni comanda, hasta que demuestre lo contrario. Porque, en lo que se vive todos los días y es preocupación de blancos y olivos, es que existe una suerte de “Síndrome de Estocolmo”.
Insisto, hasta que se demuestre que muchos estamos equivocados. El ejemplo de la semana, es esta suerte de galimatías: su ley sobre la No Reelección y el No Nepotismo tiene muchos agujeros verdes y guindas.
Dicen en la CDMX -aunque me gusta decirle más “Dfctuoso”-, que tiene un Ejecutivo acotado por medio gabinete, que el poder Legislativo está secuestrado por quienes no le pertenecen. Es decir, por los “arzobispos” Ricardo Monreal en la Cámara de Diputados y por el otro “santón”, Adán Augusto López, en el Senado. Y lo confirmamos a cada semana.
Y si bien los partidos ajustan sus intereses sobre la citada ley, realmente sonaron frágiles los parches a la narrativa desde Palacio Nacional. Un “sí, pero no”, cuando todos en México esperaban que a lo que ella mandó no se le quitara ni una coma.
Pero ya ven, todo aplicará hasta el 2030, y eso de que “se verán mal” quienes no lo apliquen desde el 2027 no sonó con la fuerza de una jefa de Estado. Por ello, en Tamaulipas, los Makitos, los Canturosistas y la élite de Morena nacional se frotan las manos, porque tienen hasta hasta al gato y al perro haciendo negocios en entidades, poder federal, judicial y legislativo.
¿Qué le falta? Sí sé, pero no sé.
Pero bueno, les comparto sus palabras, las de la presidenta Claudia, para que la interpretación sea como nos gusta siempre -porque es la más importante-la de ustedes, mientras que un servidor solo es un breve cronista de lo que pasa:
“No creo que el pueblo, ni de San Luis Potosí ni de ningún estado de la República, guste de que se deje como candidato a un familiar. Si presentamos la propuesta fue justamente por eso”.
México “no verá bien” que algún partido ponga a un familiar de un servidor público como candidato en las elecciones intermedias.
Y ya en el curita, la dirigente de Morena, Luisa María Alcalde, anunció que presentarán un ajuste a los estatutos del partido para impedir la reelección inmediata de familiares desde 2027. Pero no sé por qué muchos jefes de tribus no se están tomando en serio las palabras de Claudia y de Luisa María.
En contexto, no es la primera vez que pasa. Ahí está el ejemplo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y tantos autogoles que le meten todos los días los “sacramentados” del Congreso de la Unión. Y ella, tristemente, es quien tiene que dar la cara.
Como si no tuviera mayores mortificaciones que atender, como la presión que se vive ahora mismo desde Estados Unidos, que, por cierto, nuevamente pateó el bote para que el asunto de los aranceles se discuta hasta abril, justo el día 2, como lo confirmó ya el jefe del norte, Donald Trump.
Pero bueno, no descalifico. Creo que Claudia tiene mucho que agradecer a Andrés Manuel López Obrador, y que la apuesta sigue siendo la misma: que llegará el día en que el divorcio público al menos sea definitivo. Aunque no tenga que exiliarlo, como el Tata Lázaro hizo con Plutarco Elías Calles. El michoacano tardó muchos meses en mandar al “carajo” al sonorense y recordemos que Adolfo Ruiz Cortines designó a Miguel Alemán Valdés como embajador itinerante.
Por cierto, no pierdo la oportunidad de decirles a todos que la historia consigna a Ruiz Cortines como el expresidente más decente de todos los que han estado en Palacio Nacional. Nadie se le compara, por más propaganda que se diga de cada quien en su turno de seis años.
Nostra Política.- El Síndrome de Estocolmo cita que este es un “fenómeno paradójico”, donde “la víctima” desarrolla un vínculo positivo hacia su “captor” como respuesta al trauma del “cautiverio”.
Total, que este tema es más serio de lo que usted se imagina.
Y claro, yo personalmente insisto en que la educación profesional y académica de Claudia Sheinbaum terminará por hacer lo correcto, porque la realidad está venciendo los propios paradigmas de juventud.
Vamos a ver, porque si bien Dios no juega a los dados, el tiempo sí es un maldito travieso.
18 pendientes…
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