10 razones para no perderse el espectáculo de El Hipódromo de Las Américas Dailytrend.mx

Cascos que se hunden en la arena, caballos inquietos con ganas de salir del arrancadero y el deseo vibrante de tenderse a fondo.
Manos que acarician a su compañero con firmeza, apretando las riendas, esperando la señal de partida.
El jinete respira de forma pausada con un solo pensamiento clavado en su mente: llegar a la tierra prometida.
El gate se abre y un binomio sale con el ansia de triunfar.
El Hipódromo de las Américas es un lugar donde la pasión se desborda en cada carrera y los aficionados calculan, suman, restan, ganan, pierden, se emocionan, gritan, lloran, ríen y conviven en familia.
Considerado como uno de los espacios más bellos en su tipo en América Latina, el inmueble se ubica en la Ciudad de México con funciones los viernes, sábados y domingos de casi todo el año.
Si con el simple hecho de escuchar caballos, adrenalina y diversión no se convence de asistir al también llamado Gigante de Sotelo, aquí enumeramos diez buenas razones para no perderse el espectáculo que alguna vez fue exclusivo para Reyes, y que ahora está al alcance de cualquier persona.
1.
- Precios accesibles Hay quienes piensan que el espectáculo de las carreras de caballos puede costarles “un ojo de la cara”, pero en realidad es todo lo contrario.
La entrada general para grada central es de únicamente 10 pesos, más barato que asistir a un estadio de fútbol.
Además, más tiempo de esparcimiento, pues en promedio se está en el inmueble cinco horas para disfrutar de 10 carreras, con 30 minutos entre cada una de ellas.
2.
- No hay que quedarse en un lugar específico A diferencia de otros espectáculos en el Hipódromo se tiene la facilidad de ir de un lado para otro; se puede ir al paddock, donde ensillan a los caballos participantes en cada carrera; y bajar a la zona de playa pegado al riel para ver de cerca el esfuerzo de los atletas en la pista.
Con el boleto de entrada ya tiene un lugar asegurado para el paseo en el “Hipobús”, transporte gratuito que lleva a los aficionados a conocer la zona de caballerizas, ver a los caballos  e incluso acariciarlos y darles de comer.
3.
- Una temporada larga La temporada de carreras en Sotelo es quizá una de las más largas que se corren en el mundo: 11 meses.
La campaña inicia a mediados de enero para culminar en la primera quincena del mes de diciembre.
Se ofrece un aproximado de 140 funciones y más de mil 400 carreras.
4.
- Es el único Hipódromo en México Se inauguró el 6 de marzo de 1943, con antecedentes previos del Hipódromo de La Condesa y el Hipódromo de Peralvillo; tardó en su construcción únicamente nueve meses, mientras en el Viejo Continente los países se desangraban en la Segunda Guerra Mundial.
En su pista corren puras sangre y cuartos de milla.
5.
- La carrera con mayor tradición Cada país en el mundo tiene un evento clásico, que llena los estadios o escenarios donde se efectúan, y que es esperado año con año con verdadera ansiedad por lo que significa.
Dentro de las carreras de caballos en México está el histórico Handicap de Las Américas, carrera para caballos Pura Sangre y la que todos quieren ganar.
El último sábado de mayo se disputa, por lo que todos son bienvenidos a la gran fiesta de Las Américas.
6.
-  Un Hipódromo para todos El Hipódromo de Las Américas recibe cada fin de semana a miles de visitantes pero no importa de dónde se venga, sea de algún estado, los suburbios de la Ciudad de México, alguna colonia popular o una zona residencial; todos viven intensamente las carreras.
Cuando los caballos salen del arrancadero, se olvidan de cuántos ceros tienen en el banco o el número de billetes en la cartera, porque todos se unen por breves instantes y se conjugan en una voz que hace vibrar al recinto.
7.
- Un gusto al paladar Hay todo tipo de antojitos y alimentos en el Hipódromo.
En grada central encontramos tacos al pastor, de guisado, hamburguesas, pizzas, alitas, pambazos, flautas, huaraches, enchiladas, parrillada y más.
Para beber, qué tal el elixir amargo de la cebada, una michelada, cerveza sola y cócteles.
Todo ello a un precio muy accesible.
Si lo que se quiere es estar en restaurante, el Gigante de Sotelo ofrece dos espacios muy agradables con cocina de alto nivel:  La Terraza , rodeado de la majestuosidad de la pista de carreras, al aire libre y con servicio de buffet; y el Restaurante 1943, un luminoso salón con comida a la carta.
Los viernes en esa zona hay DJ para los más jóvenes.
8.
- Probar suerte Siendo mayor de edad se puede jugar y juntar adrenalina con azar, y como en todo, ganar o perder.
Si es la primera vez se debe ir con la actitud de divertirse, y destinar un presupuesto para las jugadas; por ejemplo el costo mínimo a primer lugar es de 20 pesos en la grada central.
Es necesario elegir una jugada, las más simples es a primero, segundo y tercer lugar, quiniela, exacta y trifecta.
Finalmente cuando se tenga la selección se debe acudir a la zona de cajas donde el operador ayudará en su primera vez.
Por último… solo queda disfrutar la carrera.
9.
- Algo más que caballos Ese extra lo ponen las presentaciones artísticas, que siempre han tenido una cálida acogida entre los asistentes.
En el Hipódromo se tiene la oportunidad de ver y gozar espectáculos de danza y teatro.
También la pista ha servido como escenario para espectáculos ecuestres y, por supuesto, de la charrería, el deporte nacional por excelencia.
También se realizan presentaciones de otra índole, como exposiciones de pintura y fotografía entre otras muchas actividades.
10.
- Para pasar una excelente tarde Nada como relajarse, gritar, conseguir dinero extra, convivir con la familia y pareja disfrutando del apasionante espectáculo de las carreras y el esfuerzo de caballos y jinetes, todo ello en un ambiente de fiesta.
El Hipódromo de las Américas está en servicio los viernes y sábado a partir de las 14:00 hrs, y domingos desde las 13:00.
Ven y disfruta una jornada que será inolvidable.
Por Juan Carlos Velázquez Fotos: Miguel Ángel EspinozaSend to NewsML Feed: 1Tags: hipódromo de las américasPromocionado en Canal: Título SEO: Hipódrimo de las Américas razones no perderse espectáculo