“No podía parar de llorar”: Jessica Segura relata traumatizante capítulo donde tuvo escenas de cama a los 14 años Infobae
Mujer casos de la vida real fue un programa unitario que marcó una época en la televisión mexicana por la crudeza de sus relatos. El programa producido por Silvia Pinal fue a la vez una plataforma para jóvenes talentos en Televisa, entre ellos, Jessica Segura, quien comenzó su carrera en la actuación siendo una adolescente.
Al igual que muchas actrices de su generación, a finales de los años 90, Segura tuvo la oportunidad de grabar un capítulo del melodrama televisivo. Sin embargo, el papel que interpretaría dejó una huella en su vida.
En un reciente episodio de Envinadas, pódcast que realiza junto a las actrices Daniela Luján y Mariana Botas, las actrices hablaron los retos de hacer escenas íntimas en foros o locaciones. El tema dio pie a que Segura recordara una anécdota que, durante un tiempo, la traumó.
De acuerdo con la actriz, cuando tenía entre 13 y 14 años de edad, tuvo que interpretar a una joven que se enamoraba de un hombre varios años mayor que ella: “Me tocó hacer un capítulo de Mujer casos de la vida real que yo me ligaba con el amigo de mi papá”, contó.
Explicó que durante las grabaciones realizó tanto escenas de cama como de besos con el actor, cuya identidad no reveló. Curiosamente, contó que lo que tuvo un impacto negativo fueron los besos, pues considera que afectó su inocencia:
“Me acuerdo que fuimos a comprar un café a Perisur, algo así, y me solté a llorar en la cafetería. Le dije: ‘me da una servilleta’ y no podía parar de llorar.
Era mucho más fuerte (las escenas de sexo). Me pongo a pensar, las escenas de cama, pero para mí no tenía significado, pero un beso que hasta las princesas se besan, sentí bien feo”, dijo.
Mujer casos de la vida real y las polémicas que surgieron por su crudeza
Recordado por los altos niveles de audiencia que registró durante más de dos décadas al aire, el testimonio de Jessica Segura se suma a una larga lista de polémicas en torno a Mujer casos de la vida real.
El programa surgió con la intención de ayudar a víctimas del terremoto de 1985, pero ante el éxito que obtuvo, gradualmente las historias se diversificaron con la intención de representar casos reales que surgían de las vicisitudes y desigualdades que enfrentaban las mujeres.
Algunos casos eran tan crudos, que se quedaron en la moria colectiva y se volvieron mitos. Uno de los ejemplos más icónicos fue el episodio “El niño del globo rojo”.
Transmitido en 1998, este episodio conmocionó a la audiencia con su perturbadora historia sobre el robo de órganos en niños, un crimen que causó gran impacto en los años noventa.
Protagonizado por Violeta Isfel y Patricia Reyes Spíndola, junto al pequeño Luis Fernando Madriz, el capítulo relata en 21 minutos una trama desgarradora sobre el secuestro y mutilación de un niño, dejando una huella imborrable en quienes lo presenciaron.
Después de la emisión del episodio, los televidentes expresaron un deseo genuino de ayudar a la madre ficticia del niño afectado, evidenciando la intensidad de la reacción del público ante la historia. Sin embargo, la falta de información posterior sobre el caso y la ausencia de detalles sobre la madre o el niño alimentaron aún más las dudas sobre su veracidad.
A pesar de la histeria colectiva desencadenada por el programa, las autoridades no pudieron encontrar pruebas sólidas que respaldaran la existencia de una banda de traficantes de órganos. La Procuraduría General de la República inició una investigación, pero el caso se cerró debido a la falta de evidencia concreta.
La trama del episodio sigue siendo escalofriante: una madre soltera, luchando por sobrevivir en la pobreza extrema, ve cómo su hijo es secuestrado y mutilado por traficantes de órganos. El horror alcanza su punto máximo cuando el niño es devuelto a su madre sin sus ojos, acompañado de un globo rojo y una suma de dinero.
