En los últimos cinco años, países con menor desarrollo económico y mayor fragilidad institucional rebasaron a México en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC). Es el caso de naciones como República Dominicana, Angola, Sierra Leona, Kenia y Uzbekistán que hoy tienen un mejor puntaje que México en el IPC, cuando hace sólo cinco años eran sotaneros.

En 2018, México tenía un puntaje de 28 unidades (en una escala de 0 a 100, donde cero es alta corrupción y 100 es nula corrupción) y se ubicaba en la posición 138 de 180 países analizados. En aquel entonces, Dominicana tenía 27 puntos, Angola 19, Sierra Leona 30, Kenia 27 y Uzbekistán 23.

Cinco años después, México reporta 31 puntos y se coloca en la posición 126 de 180 naciones. Y aquellas naciones que antes estaban por debajo de México, ahora tienen mejores notas.

Dominicana tiene 35 puntos y está en la posición 108; Angola tiene 33 unidades y está en la posición 121; Sierra Leona tiene 35 puntos y está en el lugar 108; Kenia arroja 31 puntos y ocupa el lugar 126, mientras que Uzbekistán tiene 33 unidades y está en la posición 121.

Estancamiento

Por cuarto año consecutivo, México mantuvo la misma calificación en el IPC y comparte puntuación con El Salvador, Kenia y Togo, todos con 31 puntos de 100 posibles.

En la edición 2023, los puntajes más altos del IPC corresponden a Dinamarca (90), Finlandia (87) y Nueva Zelanda (85). Los países peor calificados son Sudán del Sur (13), Siria (13), Venezuela (13) y Somalia (11).
Entre el grupo de países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México se ubica en el último lugar. En el G20, el grupo de las 20 economías más grandes del mundo, México se encuentra en la penúltima posición, sólo por encima de Rusia (26).

En América Latina, México se ubica por encima de Bolivia (29), Paraguay (28), Guatemala (23), Honduras (23), Haití (17), Nicaragua (17) y Venezuela (13). Aunque también se encuentra lejos de Uruguay (73), Barbados (69) y Chile (66)

Reto para el próximo gobierno

A través de un comunicado, la organización Transparencia Mexicana señaló que, a unos días de que inicien formalmente las campañas presidenciales, “la corrupción será un reto para la siguiente administración, especialmente por el avance del crimen organizado en numerosas jurisdicciones del país”.
Si bien la sociedad mexicana identifica a la corrupción como uno de los principales obstáculos para el desarrollo social y la reducción de las desigualdades, las grandes tramas de corrupción no han sido sancionadas, acusó el organismo.

Ninguno de los grandes casos de corrupción ha llegado a sentencias definitivas. Ni la Estafa Maestra (con un desvío estimado en 7 mil millones de pesos), ni el caso Agronitrogenados-Pemex (donde se estima una desvío de 200 millones de pesos de las arcas mexicanas) o el caso Segalmex (con una desvío estimado en cerca de 9 mil 500 millones de pesos) han llegado a sentencias en firme. Casos de corrupción internacional, como el de Odebrecht, tampoco”, sostuvo Transparencia Mexicana.

“Aunque se abren cientos de carpetas de investigación por posibles actos de corrupción, las sanciones no llegan. Tampoco se han recuperado los activos desviados o se ha conducido una apropiada reparación de daño para las víctimas. De hecho, el Estado mexicano no reconoce a los ciudadanos y contribuyentes del país como víctimas en las tramas de corrupción”, agregó.

Recomendaciones para México

Para sacar al país del estancamiento en que se encuentra respecto al combate de la corrupción, Transparencia Mexicana hace los siguientes apuntes:

—Dado que el Sistema Nacional Anticorrupción es la suma de las instituciones de control, fiscalización e investigación de la corrupción en el país, la fuerza de las partes es la fuerza del sistema. Si cada una de las instituciones que lo conforman falla en su tarea institucional, el sistema anticorrupción no podrá dar los resultados que exige la población.

—La recuperación de activos y una profunda discusión sobre quienes son las víctimas de la corrupción y cuál es la forma de reparar apropiadamente el daño, es una oportunidad para cicatrizar la herida social dejada por años de corrupción e impunidad.

—Además de la protección a denunciantes y alertadores de corrupción, México debe dar garantías a quienes investigan la corrupción de que no recibirán represalias o que serán amedrentados. Las fiscalías no solo deben ser independientes, sino contar con apropiados mecanismos para la protección de quienes cumplen tareas de procuración de justicia.

—La agenda anticorrupción converge cada vez más con la operación del crimen organizado, especialmente en temas como el lavado de dinero, la elusión y la evasión fiscales.

—Es especialmente delicada la actuación de las autoridades mexicanas en casos de corrupción transnacional: mientras que otros países investigan y sancionan la corrupción ocurrida en México, las autoridades locales siguen sin obtener sentencias firmes por los mismos casos.

TOP 10 DEL IPC: LOS MEJOR CALIFICADOS

TOP 10 DEL IPC: LOS PEOR CALIFICADOS

LINKS SOBRE INFORME

https://www.transparency.org/en/cpi/2023

https://www.tm.org.mx/corrupcion-seguira-siendo-reto-para-el-proximo-gobierno-transparencia-mexicana/

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