Desolado el campo Heraldo de Aguascalientes
26 de Septiembre, 2023 01:10
Sin agua, migrar es la opción para sobrevivir
Los agricultores de Aguascalientes enfrentan este año un desafío sin precedentes debido a la sequía. Esta situación ha causado la pérdida de cultivos y animales, así como la emigración en busca de mejores oportunidades. A pesar de los apoyos gubernamentales, la gravedad de la crisis exige soluciones más extensas y sostenibles para asegurar la subsistencia de los productores y la seguridad alimentaria de la región.
Rodrigo de Lira Escobedo, productor temporal de maíz y frijol en la comunidad de Palo Alto, El Llano, con 8 hectáreas de cultivo, compartió su experiencia acerca de la sequía que ha afectado la región. «La situación es complicada para todos nosotros. Hemos trabajado la tierra, pero ésta no nos ha retribuido como esperábamos este año». Aunque posee tierras de cultivo, De Lira Escobedo depende en gran parte de su empleo en una refaccionaria para subsistir y admite que la agricultura ha adquirido un carácter más incierto debido a la escasez de lluvias.
Uno de los aspectos más alarmantes de la sequía es la insuficiencia de pasto para el ganado, lo que repercute considerablemente en los ganaderos locales. Genaro Ruiz Ortiz señaló que el problema no radica únicamente en la falta de cultivos, sino que incluso escasea el agua para los animales. «Es una sequía como no la había visto jamás en mis 50 años de vida.»
Mencionó que la adversa situación ha empujado a muchos agricultores a adoptar medidas extremas para continuar: algunos han tenido que vender sus animales ante la falta de forraje, mientras que otros han optado por buscar empleo en Estados Unidos como fuente alternativa de ingresos. Así, la emigración se presenta como una opción casi forzada para quienes no encuentran otra solución.
En relación a los apoyos gubernamentales, Ruiz Ortiz comentó que algunos agricultores han sido beneficiados con semillas y productos químicos por parte de los gobiernos estatal y federal. No obstante, estos apoyos resultan insuficientes dada la envergadura de la crisis que se vive. «Nos otorgan mil pesos por hectárea, lo cual ciertamente ayuda, pero no cubre los gastos necesarios para la siembra”.
Adicionalmente al déficit de lluvias, los productores también lidian con problemas de acceso al agua, ya que pozos y manantiales están agotándose en la región. Si esta tendencia persiste, las consecuencias podrían ser devastadoras en términos de disponibilidad de agua para riego y consumo humano en el porvenir.
