En su nuevo libro, Yael Weiss plantea una idea: lo natural hoy es migrar Excelsior

Virginia BautistaEl mundo entero está caminando.
Lo natural es migrar, moverse libremente.
Las fronteras están impuestas sobre la tierra; son mapas que dibujamos, pero que en realidad no existen, la tierra es igual de un lado que del otro.
Éstas son algunas de las conclusiones a las que llegó la escritora mexicana Yael Weiss (1977) tras su visita a cinco ciudades fronterizas, en las que observó, siguió y conversó con decenas de migrantes de diversos países, para dar vida a su libro Los muros de aire y otras crónicas de frontera (Debate).
Quise hacer un cuento de la realidad, recrearla, narrar estas travesías de manera diferente para sacudir más al lector”, comenta en entrevista con Excélsior la autora que conversará sobre el tema con los periodistas Diana Manzo y Pascal Beltrán del Río, director editorial de este diario, el 10 de septiembre, a las 19:00 horas, en el Hay Festival Querétaro, cuya octava edición arrancó ayer.
La migración se ha diversificado.
El famoso hombre que va solo con una mochila hace mucho que se diversificó.
Ahora te encuentras a pueblos enteros en las fronteras de México”, afirma la editora digital de la Revista de la Universidad de México.
Hoy ves a familias completas, a mujeres solas, a adolescentes, a ancianos que van en busca de sus hijos que están en Estados Unidos o que huyen de sus casas por amenaza, y a personas con problemas de salud que van con la esperanza de vivir mejor”, agrega.
La licenciada y maestra en Letras Modernas por la Universidad de París IV, Sorbona, detalla que “observas gente de todas las edades y ocupaciones: empresarios solos, trabajadores del campo, de la ciudad.
De verdad no hay una manera de estereotiparlos.
Ves blancos, mestizos, negros, pueblos completos; además de la mezcla entre países.
Se empieza a ver la globalización en la conformación de los migrantes”.
Weiss visitó cinco ciudades fronterizas entre 2018 y 2021: Ciudad Hidalgo, Ciudad Juárez, Tenosique, Tijuana y Reynosa, para conocer de primera mano las historias de mujeres, niños y hombres que recorrieron de sur a norte el territorio mexicano, a pesar del miedo a la enfermedad, el hambre, la migra y el narco.
Estas personas reflejan un estado del planeta, de la sociedad; son un espejo para nosotros mismos, porque están pasando por nuestro país.
Somos una amenaza para ellos, y también una esperanza.
Son interlocutores que vienen de otro lugar y nos traen otras historias, con quienes podemos dialogar y construir”, asegura.
La también traductora señala que hoy en día no sólo la violencia expulsa a la gente de sus países, también la pobreza.
“Es lo que yo llamo los muros de aire.
La pobreza te encierra, no te permite buscar.
No es fácil abandonar tu lugar de origen cuando eres pobre, porque no tienes papeles, no tienes los medios, porque eres demasiado precario, endeble, eres carnada fácil”.
Agrega que las dos fronteras son muy salvajes, pues el crimen acecha.
“Los de la frontera sur están aún tiernitos.
Tienen mucho miedo y horror; saben que México es un país peligroso, donde pueden morir, ser torturados, violados.
Eso duele.
Lo que les hacemos a ellos nos lo hacemos a nosotros mismos.
Y los migrantes en el norte ya vienen cansados, porque ya les pasó de todo, ya ni quieren contar porque se derrumban”, indica la conductora en TV UNAM.
Considera que “el problema no es la gente que se mueve, sino las estructuras sociales que lo convierten en un problema.
Estamos mal organizados y tenemos una sociedad corrupta.
Si tuviéramos una economía fuerte, sabríamos que los migrantes caben en México, necesitamos su mano de obra.
Eso podría cambiar todo”.
Las cinco crónicas literarias que entrega Weiss en este volumen “nos acercan a los caminos, a los albergues, a sus comedores y dormitorios; pero también a esas zonas grises, tierras de nadie, kilómetros y kilómetros peligrosos de andar o rodear antes de llegar a la línea”.
La cronista confiesa que es un tema que la apasiona, pero que quedó cerrado con esta propuesta y ya trabaja en una nueva novela.
“Todos somos un archivo de migraciones”, concluye.
 PONDERAN EL PODER DE LA LITERATURALa literatura nos aporta el poder de entender el pensamiento humano, y los festivales el espacio para celebrarlo juntos”, comentó Cristina Fuentes, la directora internacional del Hay Festival Querétaro, cuya octava edición se inauguró anoche con el corte del listón en el Teatro de la Ciudad.
La cultura es un bien común en sí mismo.
Y detrás de esta fiesta, que es un regalo al alma, trabaja un equipo internacional y otro local que garantizan la calidad”, añadió.
Con más de 100 actividades de 151 creadores, que abordarán temáticas de actualidad, el encuentro literario convocará hasta el próximo domingo a escritores, artistas, promotores, músicos, periodistas, editores y libreros de 20 países.
Hay Festival Querétaro culminará el domingo 10 de septiembre.
Foto: Sergio Hernández/ Cortesía Hay Festival QuerétaroEntre los participantes destacan los Premios Nobel Serge Haroche (Física, 2012) y Carlos Umaña (Paz, 2017).
Además de escritores como Goran Petrovi?, Muriel Barbery, JohnBoyne, Hernán Díaz, Geoff Dyer, Sarah Ladipo Manyika, Gaëlle Obiégly, Irene Solà, Douglas Stuart y Manuel Vilas.
TE RECOMENDAMOS: En la octava edición del Hay Festival Querétaro 2023, construir con ideas un espacio comúnEl Festival se celebrará en el Centro Histórico de la ciudad, en las siete delegaciones y además llegará a Cadereyta, municipio de Querétaro.
El programa universitario, Hay Joven; el dirigido a las infancias, Hay Festivalito; y Talento Editorial, sobre el sector del libro, completan el cartel.
Hoy, la historiadora británica-alemana Andrea Wulf hablará de su última obra, Magníficos rebeldes: los primeros románticos y la invención del yo; y la periodista, escritora y traductora del persa Victoria Belim presentará su libro Mi Ucrania.
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