Repechaje y competencia Excelsior

Quedó conformado y listo para sentencia el último repechaje de la Liga MX.
¿Será el último? Parece que fue hace un siglo cuando Yon de Luisa y Mikel Arriola enumeraron una serie de cambios que propondrían a los dueños.
Entre las modificaciones se habló de cancelar definitivamente el repechaje, un formato que en este clausura 2023, por ejemplo, permite a un equipo que, habiendo sido 13vo lugar del torneo regular, pueda todavía aspirar al título.
¿Qué son divertidos los cruces de repechaje? Es verdad, pero también es una certeza que el sistema actual no es sano para el nivel de competencia general de nuestro futbol.
Se dice que ya son varios los dueños que buscarán defender esta estructura por entender que la gente se engancha con estos partidos de eliminación directa generando, además, un buen rédito económico.
Dando por bueno el argumento —sinceramente creo que tienen un buen punto—, ¿cómo podríamos mantenerlo sin afectar la competitividad? La solución no la ofrece la física cuántica, sino el sentido común: poniendo a todos a competir de verdad.
¿Cómo? Por ejemplo, eliminando los promedios y restableciendo los ascensos y descensos con un “repechaje” para ganar y perder la categoría.
El problema del sistema actual es que cojea deportivamente y, si no atacamos esa deficiencia, se fagocitará el negocio que tanto se busca defender.
Para hacerlo, no hay nada más importante que intentar potenciar jugadores y que los equipos jueguen bien al futbol, si no lo entendemos y actuamos en consecuencia, la gente irá perdiendo el interés y terminaremos secando a la gallina de los huevos de oro.
Surgen rumores sobre cambios en referencia a la Expansión y la Sub 20; una categoría que, con la estructura actual, prácticamente se pisa con la Sub 18.
Es acertado que estemos haciendo foco allí porque, actualmente, en esas etapas definitivas donde los chicos se gradúan, o no, de futbolistas, tenemos deficiencias importantes.
Otro tema clave son los más chiquitos.
¿Estamos reflexionando en ese sentido? La discusión actual en los foros internacionales de formación es cómo incorporar a la academia las virtudes que otorgaba el futbol de la calle.
¿Cómo, cuándo y dónde juegan nuestros chicos?Deberíamos revisar el formato de la competencia en los países exportadores de futbolistas, como Uruguay, Brasil y Argentina, donde la aparición de tantos jugadores no está relacionada con la inversión, la metodología y/o la infraestructura, sino con el formato de competencia de los más chavitos.
Columnista: Sebastián LuriImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0