Caracas, 18 mar (EFE).- La esperanza es lo último que se pierde, y fue lo último que perdió Venezuela mientras veía, desde la distancia, a su selección jugar contra EE.UU. en cuartos de final del Clásico Mundial de Béisbol, de donde el país caribeño se despidió este sábado al caer 9-7 ante los norteamericanos, lo que aguó la fiesta en Caracas, cuyas calles fueron abandonadas con los ánimos decaídos.