El sexto día del paro de labores amaneció nublado.
Bajo las casas de campaña, profesores y trabajadores manuales se cobijaban y resguardaban del temporal.
La lucha siguió pese a esto.
“Estamos bien, ha sido incómodo pero estamos firmes en lo que estamos pidiendo”, dijo uno de los manifestantes.
Por las mañanas se ha podido apreciar a varios automóviles yendo y viniendo del sitio, los cuales conducen a manifestantes a sus hogares para bañarse y cambiarse de ropa y luego regresar al plantón, por turnos.
En algunos momentos se pueden ver filas a las afueras de los baños portátiles que ellos mismos instalaron, y en las mesas siempre hay comida y bebidas.
“Hemos comido bien.
Nuestros alumnos y exalumnos han estado al pendiente de que no nos falte.
Tengo sentimientos encontrados por ello”, declaró Erika Bolaños, coordinadora de la región del SNTE 42.
Incluso grupos de danza de diferentes escuelas han llegado durante el fin de semana a tratar de alegrar las horas de espera de la comunidad docente.
Con generadores de electricidad que funcionan a base de gasolina, pueden cubrir algunas necesidades de aparatos electrónicos como celulares y equipo de sonido.
El equipo de sonido sólo se enciende cuando existe la necesidad de dar un anuncio a través de los micrófonos.
Durante toda la semana se ha visto a maestras y maestros jugando lotería, cartas, leyendo, platicando entre sí, descansando sobre colchonetas bajo el sol.
Las horas transcurren pero sus intenciones no han menguado, resguardan los accesos al recinto impidiendo el paso a cualquier persona.
Karen Cano / El Diario)
Hoy es el 7mo día de paro
Los afectados:
• 200 escuelas
• 3 mil maestros
• 90 mil alumnos
• 30 dependencias