Poder y corrupción a perpetuidad El Siglo de Torreón

A través de los años los sindicatos en el país han servido para beneficiar a la clase política y empresarial, enriqueciendo a líderes “charros” que, con el poder que les otorga el movimiento de masas, logran puestos en la función pública.
Pese a las acusaciones de corruptelas, los números de los gremios no son exactos ni se logra transparentar el uso y origen de los recursos económicos.
Fue en Coahuila donde inició la etapa que mantiene lejos de la democratización al sindicalismo mexicano.
Simpatizantes de la recién formada Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) escogieron como su líder a Luis Napoleón Morones, quien además realizó una extensa carrera dentro de la política nacional.
Es recordado por su vida de excesos, lujos y excentricidades, al igual que distintos líderes sindicales que han desfilado por la historia gremial de México.
Los inicios de los sindicatos se remontan al mandato del presidente Venustiano Carranza.
Eran tiempos difíciles en el país, las resacas de los conflictos armados, originados por las luchas sociales eran muy recientes.
Carranza ordenó crear una organización que agrupara a masas de trabajadores para tener control sobre la clase obrera.
El primero de mayo de 1918 la CROM convocó, en la ciudad de Saltillo, a 115 delegados procedentes de 18 entidades, representaban a siete mil trabajadores metalúrgicos, electricistas, textiles, ferrocarrileros, tranviarios, mineros, artesanos y jornaleros agrícolas.
Luis Napoleón Morones presidió la reunión, cuyo lema era “Salud y revolución social”.
Ahí fue elegido Secretario General en una votación unánime.
En la declaración de principios de la nueva entidad se reconoció la existencia de dos clases sociales y el derecho de los explotados a luchar contra los explotadores para mejorar las condiciones económicas y las relacionadas a la moral a través de la organización de sindicatos, federaciones y confederaciones.
Antes, en marzo de 1916, se había llevado a cabo el Congreso Preliminar Obrero en el Puerto de Veracruz.
Ahí se definieron las tendencias de pensamiento de la clase obrera: la anarcosindicalista proclamaba la “acción directa”, es decir, que los trabajadores tenían que luchar directamente con sus jefes, sin intermediarios, y la acción múltiple, entendida como lucha de los trabajadores por el poder político para alcanzar el socialismo.
Uno de los objetivos encargados a Morones desde la Presidencia de la República era competir con violencia contra los sindicatos católicos y patronales, además de impedir el nacimiento de sindicatos independientes.
El primer triunfo de la Confederación Regional Obrera Mexicana fue la reglamentación del artículo 123 Constitucional, que hasta la fecha promueve la organización social del trabajo, exige turnos de ocho horas en horario vespertino y siete en el nocturno, legitima el derecho a huelga y prohíbe el trabajo a menores de edad.
Además, Morones Negrete fundó en 1920 el Partido Laborista Mexicano.
Fue diputado federal en 1922 y 1924, Jefe del Departamento de Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos militares así como Secretario de Industria, Comercio y Trabajo durante el gobierno de Plutarco Elías Calles.
Después del asesinato de Álvaro Obregón lo acusaron de ser al autor intelectual y en 1935 lo expulsaron del país junto con Plutarco Elías Calles por ser contrario al pensamiento obrero del entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río.
Un año después de la llegada de Luis Napoleón Morones, la CROM tenía 10 mil obreros afiliados.
Llegó a 50 mil en 1920, a 150 mil en 1921, a 400 mil en 1923; a 1 millón 200 mil en 1924, al millón y medio en 1925 y a los 2 millones en 1927.
Así empezó el sindicalismo Luis Napoleón Morones en la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM).
Foto: Wiki México COBRAR FORMA En el siglo XIX no existía una clase obrera mexicana ni una industrialización, mucho menos esbozos de sindicatos, aunque historiadores como Fernando Rosenzweig, Dawn Keremetsis, Robert Potash y Jan Bazant, dejaron asentado que durante el desarrollo del siglo XIX la nación inició, sobre todo en el norte del país, una experiencia industrial importante con la producción masiva de algodón hasta lograr la modernización de los procesos durante el Porfiriato.
La economía, según el artículo académico La industrialización en México: Historiografía y análisis, “… estaba dominada por la agricultura.
La mayori?a de la población vivi?a en pueblos rurales, y la política era una abstracción que interesaba so?lo a una e?lite cuya riqueza estaba basada en el comercio y la agricultura.
Para mediados del siglo XX la industria dominaba la economi?a nacional, la mayor parte de la poblacio?n vivi?a en ciudades y la política ya interesaba a medida que el capital y el trabajo industriales haci?an demandas al Estado”.
En ese contexto, surgieron manifestaciones en los últimos años del porfirismo (1876-1911).
Los trabajadores de las industrias textil, minera y ferrocarrilera estaban inconformes con sus empleadores estadounidenses, franceses y españoles por las largas horas de trabajo a las que eran obligados y, en ocasiones, por la falta de días de descanso.
Existían organizaciones con dos posturas, las mutuales que prestaban ayuda médica a los obreros enfermos o accidentados, y las anarcosindicalistas que a través de acciones agresivas buscaban modificar las condiciones laborales, porque a pesar de las vejaciones no existía el derecho a huelga y eran reprimidos con violencia.
Para 1906, en la empresa Cananea Consolidated Copper Compañy, dedicada a la extracción de cobre, propiedad de un coronel estadounidense, la situación de los empleados era precaria.
El 1 de junio de ese año inició la primer huelga.
Los explotados, a través de un pliego petitorio, exigeron la destitución de un mayordomo, salario mínimo de cinco pesos diarios, jornada máxima de ocho horas y la distribución de todas las plazas de la compañía en proporción de 75 por ciento para los mexicanos aptos para ascender a posiciones superiores.
El movimiento sumaba 2 mil personas de una plantilla de 5 mil 360 asalariados mexicanos que ganaban tres pesos por cabeza contra los siete dólares por individuo que percibían los cerca de 2 mil 200 extranjeros.
Durante una marcha, los huelguistas fueron atacados a balazos por los obreros foráneos, quienes habían sido armados por el dueño de la mina.
Al segundo día, más de 200 rangers de Estados Unidos fueron enviados a suelo mexicano para reprimir el levantamiento.
El saldo, después de cuatro días de combate, fue de 23 muertos y 22 heridos entre ambos bandos.
Los huelguistas regresaron al trabajo sin haber logrado ninguna de sus peticiones.
Las distintas empresas del país estaban convulsionadas.
Habían ocurrido esbozos de huelgas en Tlaxcala y Sonora.
Las rebeliones se confeccionaban en la estructura piramidal de las sociedades mutualistas.
Fueron contenidas por el Estado, que se inclinaba hacia los inversionistas extranjeros, dueños de las empresas y el flujo de capital.
El 7 de enero de 1907, alrededor de dos mil operarios fundadores del Círculo de Obreros Libres, se plantaron frente a las puertas de la fábrica de tejidos de Río Blanco, Veracruz y exigieron a la empresa una mejora laboral, lanzaron piedras e intentaron quemarla.
Fueron replegados a balazos por el Ejército Mexicano.
Oficialmente se reportaron 70 personas muertas, entre hombres, mujeres y niños, aunque extra oficialmente se manejan más de 200 asesinatos.
Esta matanza es considerada punto medular para el estallido de la Revolución de 1910 y el fin del Porfiriato.
Linóleo de Pablo O’higgins La Huelga de Cananea.
Los obreros mexicanos reclaman igualdad de derechos frente a los obreros yanquis.
Foto: Museo de Arte Carrillo Gil/Secretaría de Cultura OTRA VEZ COAHUILA Tras la caída del presidente Díaz crecieron los sindicatos, uniones y confederaciones en todo el país.
En parte porque el nuevo titular del Ejecutivo federal, Francisco I.
Madero, ordenó que era tarea de sus funcionarios promoverlos.
En julio de 1912 nació La Casa del Obrero Mundial, una sociedad de ideología anarquista que buscaba sustituir al estado con la formación de uniones y sindicatos.
Un año después de su formación estallaron en el país más de 70 huelgas, casi todas a favor de los dueños de las empresas.
Seis años después, vino la CROM.
Su líder, Luis Napoleón Morones, también fue dirigente de La Casa del Obrero Mundial.
En esos días se inauguró una etapa turbia en la historia de los gremios.
Morones Negrete fue acusado de pactar con Plutarco Elías Calles la llegada a la presidencia a través del acarreo, grupos de choque y apoyo de los obreros – campesinos afiliados a la confederación.
Los beneficios para el dirigente sindical fueron reelecciones y puestos políticos.
Pero los colectivos de la mano de obra, lejos de beneficiar a los obreros ayudaban a unos cuantos.
En los municipios de Nueva Rosita, Palaú y Cloete, pertenecientes a la región carbonífera de Coahuila, estalló una huelga de la Sección 14 contra la Mexican Zinc Company y la Compañía Carbonífera de Sabinas, del monopolio American Smelting and Refining Company (ASARCO).
¿Por qué? Porque las empresas y el gobierno estaban hasta el fondo de los asuntos sindicales, intentaban industrializar al país con capital extranjero y dirigentes de los empleados alineados a los intereses de los dueños de las empresas.
En 1948, el gobierno presidido por Miguel Alemán Valdés había perseguido y encarcelado a los líderes ferrocarrileros Valentín Campa y Luis Gómez.
Al frente del Sindicato de Trabajadores Ferrocarriles de la República Mexicana (STFRM) fue impuesto Jesús Díaz de León, “el Charro” (de ahí el inicio de la palabra “charrismo”).
En respuesta, operarios mineros y petroleros crearon la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), pero antes de 1949 el gobierno puso al frente de esa formación a una persona cercana a la Presidencia nacional.
Quedaba por ocupar la dirección del Sindicato Minero, el único organismo independiente cuyo alto mando no estaba infiltrado.
Para la VI Convención Nacional el gobierno logró colocar en la mayoría de las papeletas de las elecciones a Jesús Carrasco.
Los mineros convocaron a una nueva convención, apoyada por las secciones más importantes de la organización, entre ellas la 14 y su fracción I, de Nueva Rosita y Cloete, y la 28 de Palau: eligieron a Antonio García Moreno y desconocieron a Jesús Carrasco.
El gobierno no iba a rendirse.
La American Smelting and Refining Company (ASARCO), en complicidad con la Secretaría de Trabajo, ignoró las peticiones de la sección 14 por la negativa de la mano de obra a reconocer a Carrasco como dirigente y suspendió el pago de salarios.
La huelga estalló el 16 de octubre de 1950.
La compañía avisó a la autoridad gubernamental y ésta mandó al Ejército Mexicano a las calles de Nueva Rosita para sofocar el paro ilegal.
La clínica y la cooperativa del municipio fueron cerradas.
Después de varios meses de negociaciones estancadas, los mineros marcharon a pie hacia la Ciudad de México, en un recorrido conocido como La Caravana del Hambre.
Miguel Alemán no los recibió, favoreció a la empresa.
Los huelguistas, que solicitaban el reconocimiento del Comité Ejecutivo independiente, la devolución de la clínica, la cooperativa, el local sindical y el pago de los salarios caídos y gastos del conflicto, fueron derrotados.
Algunos perdieron sus trabajos.
El Partido de la Revolución Mexicana nombró a Alemán su candidato a la presidencia de la República a iniciativa de la filial veracruzana de la CTM.
Foto: Memoria Política de México VIDA DE CORRUPCIÓN En México ni siquiera ha habido un esbozo de democratización sindical.
Los esfuerzos por transparentar son recientes.
En 2012, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) a petición del entonces Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), informó que existía un registro de 2 mil 682 organizaciones de trabajadores.
La dependencia omitió el número de integrantes de cada federación y confederación porque, según el artículo 381 de la Ley Federal del Trabajo, tales entidades no están integradas por empleados, sus miembros son sindicatos.
En la actualidad la STPS no desglosa en su portal de Internet cuántas personas tiene cada sindicato.
En un boletín difundido en noviembre del año pasado la dependencia expuso que en el ámbito federal el número de agrupaciones de trabajadores ascendía a 3 mil 347, de ñas cuales 47 son confederaciones o centrales obreras, 532 federaciones y 2 mil 768 están inscritas como organizaciones sindicales.
Los sindicatos han crecido sin regulación y con reelecciones vitalicias de sus líderes político-sociales.
Elba Esther Gordillo dirigió el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) por casi 25 años, fungió como diputada federal y senadora del Partido Revolucionario Institucional.
En 2013 apareció en el primer lugar de la lista de “Los 10 mexicanos más corruptos” de la revista Forbes, seguida por Carlos Romero Deschamps, al frente del Sindicato Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) desde 1993.
Originaria de Comitán, Chiapas, La Maestra ostentó la jefatura del SNTE desde inicios del gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988) hasta su detención el 26 de febrero de 2013 acusada del delito de operación con recursos de procedencia ilícita, producto de fraude, lavado de dinero y delincuencia organizada.
El SNTE llegó a recibir entre 2000 y 2009 hasta 1 mil millones de pesos por concepto de cuotas de sus agremiados.
Elba Esther regalaba camionetas Hummer a su gente más cercana y era propietaria de varias mansiones.
Una sucursal de la tienda Neiman Marcus en Nueva York, reconoció que, entre 2009 y 2012, Gordillo se gastó más de dos millones de dólares solo en zapatos, bolsos y vestimenta.
El probable error de Elba Esther fue abandonar al Partido Revolucionario Institucional y negociar con el Partido Acción Nacional en el 2000.
En fechas recientes, Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional, recordó que en 2006 –cuando perdió la contienda con Felipe Calderón Hinojosa-, Elba Esther buscó charlar con él, pero la cita no se dio.
Ella se fue del lado del calderonismo y habría participado en el supuesto fraude electoral de ese año.
Durante ese sexenio La Maestra fue beneficiada con el control de la Secretaría de Educación Pública, la Lotería Nacional y el ISSSTE.
También armó la estructura del partido político Nueva Alianza.
El expresidente Felipe Calderón se negó a hablar sobre la detención de la exlíder sindical Elba Esther Gordillo.
Foto: Emeequis A unas semanas de su toma de posesión, en octubre de 2012, Enrique Peña Nieto recibió una llamada de Gordillo.
La Maestra, interesada en debatir la reforma educativa, declaró: "Si soy yo la que estorba, hagan de mí lo que quieran, pero con los maestros no".
En marzo de 2013 el gobierno capturó a la dirigente en un operativo ejecutado por elementos de la Marina Armada de México.
En diciembre del año pasado Elba Esther fue trasladada a su departamento en la Ciudad de México para seguir su proceso judicial en arresto domiciliario.
José Antonio Meade, aspirante del Partido Revolucionario Institucional a titular del Ejecutivo nacional, negó que esa decisión tuviera alguna relación con la alianza electoral PRI-PANAL que lo postula.
De cara a los próximos comicios ha trascendido que Elba Esther Gordillo, ya fuera de la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación mas operando políticamente desde su casa, tiene una alianza no tan secreta con Andrés Manuel López obrador: René Fujiwara, nieto de La Maestra, se cambió al bando del tabasqueño y el ex jefe de gobierno de la capital mexicana declaró lo siguiente: “Es bienvenido el nieto de la maestra Elba Esther ¿Para qué tanto drama? Estamos con una actitud de apertura, son bienvenidos mujeres y hombres de buena voluntad que se proponen ayudar, para transformar al país necesitamos la unidad de todos los mexicanos”.
PEMEX PAGA Para 2024, Carlos Romero Deschamps habrá cumplido 81 años de edad y 55 años dentro de Petróleos Mexicanos: 53 como sindicalista, 31 al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) luego de sustituir a Joaquín Hernández Galicia, La Quina, acusado de tráfico, acopio de armas y homicidio calificado durante el sexenio salinista.
Hay quienes aseguran haberlo escuchado decir: “Tengo un compromiso muy fuerte con Peña Nieto”, frase que encierra complicidades, arreglos y parte del problema que ha sido el sindicalismo en México, pues Romero Deschamps ha sido tres veces diputado y en dos ocasiones senador de la república.
El dirigente de los trabajadores petroleros arrastra un historial con numerosos escándalos.
En 2003, la Procuraduría General de la República lo señaló como responsable de desviar recursos a la campaña de Francisco Labastida Ochoa para las presidenciales del 2000, escándalo conocido como el Pemexgate.
El Instituto Federal Electoral comprobó el uso indebido de al menos 500 millones de pesos y un juez liberó dos órdenes de aprehensión contra Romero Deschamps, mismas que no pudieron cumplimentarse por su fuero de diputado y el pago de una multa millonaria.
Seis años después las autoridades determinaron que no había pruebas suficientes para comprobar el peculado electoral.
El delito prescribió en 2011.
El líder del STPRM, Carlos Romero Deschamps, y el director general de PEMEX, José Antonio González Anaya en las maniobras de la refinería Miguel Hidalgo.
Foto: Notimex/José Pazos Romero Deschamps tiene registrado en la nómina de PEMEX un sueldo de 27 mil pesos mensuales.
En 2008 el periódico Reforma publicó que el líder sindical era dueño de un yate valuado en tres millones de dólares y de dos departamentos en la torre The Bath Club de Miami con valor de 8 millones de dólares.
Además se consignó que el político priista paseaba portando un reloj de 18 quilates cuyo precio se estimaba en 400 mil dólares, más de 7 millones de pesos.
En mayo del año 2012, Paulina Romero, hija del dirigente, publicó en la red social Facebook fotografías de su vida privada, imágenes de sus viajes a diferentes partes del mundo en aviones privados y comerciales, instantáneas en las que porta joyas y accesorios valuados en miles de dólares.
Un año después, una investigación de la revista Proceso, reveló que Carlos Romero regaló a su hijo José Carlos un Ferrari Enzo edición limitada, cuyo precio ronda los 2 millones de dólares.
HERENCIA FAMILIAR A finales de 1999, Napoleón Gómez Sada, con 40 años al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), enfermó.
Su hijo, Napoleón Gómez Urrutia, quedó al mando de la organización sin una votación de por medio y sin que oficialmente fuera un agremiado.
Al parecer, convenios con empresas privadas pactados por su padre, le dieron la autonomía sindical.
Napoleón vive desde inicios de 2006 en Vancouver, Canadá.
Allá se exilió luego de la explosión en la mina 8 de Pasta de Conchos, ocurrida el 19 de febrero de 2006.
Unos días después, Napoleón Gómez Urrutia se presentó en el complejo, donde familiares de las 65 víctimas mortales le echaron en cara no atender los protocolos de seguridad.
Enseguida vino el tema de su salida del país y el desvío de 55 millones de dólares destinados a un fideicomiso para indemnizar a mineros afectados por el proceso de privatización de empresas.
El desarrollo de las pesquisas da a entender que alguien muy poderoso lo ha protegido.
Eludió 11 órdenes de aprehensión y sus abogados son los mismos que defienden al exgobernador veracruzano Javier Duarte y a La Maestra.
Dijo ser un perseguido político.
Vive en un condominio, alzado sobre una superficie de 670 metros cuadrados, con valor de 1.
8 millones de dólares.
En 2014 obtuvo la residencia canadiense tras radicar ocho años en el país.
Gómez Urrutia es definido por Francisco Cruz Jiménez, autor del libro Los amos de la mafia sindical, como: “El único líder en el mundo que controla y dirige un sindicato millonario y poderoso a larga distancia a través de telegramas, llamadas telefónicas, teleconferencias, transmisiones vía Internet o, como bromean algunos de sus agremiados, señales de humo y hasta telepatía desde su autoexilio en la cosmopolita Vancouver, en la costa pacífica de Canadá”.
Integrantes del Sindicato Nacional de Mineros, marchan rumbo a las secretarias de Gobernación y del Trabajo.
Foto: El Universal/Lucía Godínez El también llamado Napito volvió a ser tema de debate gracias al proceso electoral en curso.
Andrés Manuel López Obrador le ofreció el lugar número seis en la lista de senadores plurinominales por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 58, dice que para acceder al cargo, ya sea por el principio de mayoría relativa o por el de representación proporcional, es necesaria una residencia efectiva de seis meses anteriores a la fecha de la jornada cívica en la entidad de la elección.
Además, al tener doble nacionalidad (mexicana y canadiense) está impedido constitucionalmente para ser candidato.
Lo que busca López Obrador, sin duda, es el apoyo de los mineros simpatizantes de Gómez Urrutia.
Napoleón se molestó porque en unos promocionales del Partido Revolucionario Institucional fue comparado con Elba Esther Gordillo.
Pidió, a través de su abogado, la intervención del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) argumentando que sus derechos humanos han sido violentados.
Sigue considerándose un perseguido político.
LÍDERES PERPETUOS En el sindicato de telefonistas Francisco Hernández Juárez lleva 11 reelecciones y un acumulado de 41 años al frente de la organización.
También ha sido presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Víctor Flores Morales suma 22 años al mando del Sindicato Ferrocarrilero.
Agustín Rodríguez va en su séptima periodo como secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 25 años nadie más ha ocupado el cargo.
En sus dos décadas como líder de la Federación de Trabajadores de la Ciudad de México.
Carlos Aceves del Olmo también ha ocupado curules en el Congreso de la Unión, dos veces como diputado y una como senador.
Sin ser tan mediático como otros de sus pares, Rafael Rivapalacio Pontones ha mandado en el Sindicato del Infonavit por 40 años.
Fernando Espino empezó a ejercer de dirigente en el gremio nacional de trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo en 1978 y de ahí no se ha movido.
De izquierda a derecha, Francisco Hernández Juárez,líder del sindicato de Telefonistas; Carlos Aceves del Olmo, secretario general de la CTM y Agustín Rodríguez, secretario general del sindicato de la UNAM.
Foto: Miguel Dimayuga / El Universal/Lucía Godínez / Proceso Más información en https://www.
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