La economía mexicana, lastrada por la violencia El Siglo de Torreón

Aunque a priori se piense que las consecuencias de la violencia que se vive en los Estados Unidos Mexicanos tienen su efecto únicamente en la pérdida de vidas humanas o en la inseguridad de las personas, lo cierto es que sus consecuencias van mucho más allá de lo deseado.
  Los elevados índices de violencia afectan de forma especialmente negativa a la imagen del país en el exterior, lo que provoca un freno de posibles inversiones que vengan al país y con ello una menor creación de empleo.
El lastre para el crecimiento de la economía mexicana está alcanzando ya cifras muy preocupantes y es un deber de las autoridades responsables de garantizar la seguridad del país contribuir a que la violencia se reduzca para que afecte en menor forma a la economía.
Cifras alarmantes en el año 2017 Solo hay que seguir las noticias y ver la actualidad en el día a día para comprobar que México vive una situación insostenible.
Leer sobre economía en El Mexicano Digital ayuda a descubrir cómo esta situación afecta a la situación económica de muchas personas a lo largo y ancho del país.
  Los últimos datos conocidos al respecto y ofrecidos por el Instituto para la Economía y la Paz sobre 2017 son tremendamente demoledores.
Y es que este organismo estima que en el año pasado la violencia ocasionó una pérdida en el Producto Interior Bruto (PIB) de un porcentaje que alcanza el 21%.
Es decir, de cada 100 dólares de riqueza que el país podría haber generado en circunstancias normales solo se generaron 79 por culpa de las elevadas cifras de violencia con la que vivimos.
Si hablamos en pesos la cifra del 21% se estima que es de unos 4.
72 billones de pesos, una cifra escalofriante que tiene un efecto muy negativo para vida de todos los mexicanos.
  Es una cantidad que supone hasta 7 veces el gasto en educación del mismo año u 8 veces el gasto en sanidad, con lo que el perjuicio es realmente estremecedor.
Los homicidios y asesinatos, el impacto más negativo Según ese mismo estudio que determina esa cifra de impacto en la economía durante el año pasado, el principal responsable de esa pérdida son los homicidios y asesinatos, atribuyéndole un 46% de la pérdida total de esos 4.
72 billones.
Y es que el año pasado la cifra de homicidios aumentó respecto al año anterior produciéndose hasta 29 mil asesinatos, la cifra más alta de la historia de México y un 11% superior a la del año 2016.
  Con estos datos tan impactantes la inversión extranjera y la economía se ven afectadas de forma directa.
Esta inseguridad provoca que muchas empresas no quieran ni oír hablar de invertir o implantarse en México por el miedo a sufrir algún tipo de consecuencia de estas características a sus trabajadores y con el miedo de que esta situación de violencia se pueda agravar aún más.
Lo sorprendente de todo esto es que se toman pocas medidas para combatir esta situación de inseguridad ciudadana.
El gasto público en seguridad y en el sistema judicial apenas alcanza el 1% del PIB mexicano, una cifra demasiado baja e incapaz de contener y reducir los índices de violencia, asesinatos y delincuencia.
  33.
000 pesos a cada mexicano: el coste de la violencia Ante una situación que parece no cambiar a corto plazo, se estima que la violencia cuesta 33.
000 pesos a cada uno de los mexicanos residentes en el país, una cifra muy elevada y que parece no haber tocado techo.
Y es que si tomamos las cifras de asesinatos desde el año 2006, los asesinatos en México se han cobrado la vida de 200.
000 personas desde entonces.
  Aunque el principal causante de estas cifras tan elevadas es el crimen organizado y las guerrillas entre traficantes de drogas, la violencia es algo que también está extendido entre el resto de la población y las fuerzas de seguridad se ven superadas al no contar con los medios necesarios para combatirla.
Como se puede comprobar, la economía mexicana podría tener un crecimiento muy superior que repercutiría en mejores empleos y mayor riqueza para el país sino existiera unos índices de violencia tan elevados.
Luchar contra esta lacra es una tarea de todos los mexicanos para atraer riqueza e inversiones que impulsen el crecimiento económico del país.
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