CRÓNICA GOMEZPALATINA El Siglo de Torreón

E surgimiento de Gómez Palacio como asenta- miento humano se encuentra notablemente liga- do a la llegada del Ferrocarril Central Mexicano a las tierras de Santa Rosa de Lima, que eran propiedad de don Santiago Lavín Cuadra, visionario inmigrante español.
.
.
.
.
.
que permitió el paso de las vías férreas por su hacienda, y luego, cediendo en donación lotes y vendiendo otros a precios sumamente módicos a las personas interesadas en construir sus casas, a condición de que lo hicieran de inmediato con el propósito de que se levantara una ciudad y que la misma llevara el nombre del Lic.
Francisco Gómez Palacio notable jurisconsulto y político duranguense, colaborador del Presidente don Benito Juárez García en asuntos internacionales y gobernador del estado, a la vez amigo personal y apoderado jurídico del señor Lavín, quien poniendo el ejemplo cambió su residencia de la hacienda de Noé a la nueva población, justo en el lugar donde estuvo la anterior presidencia municipal y actualmente el edificio del poder judicial, por la actual avenida Independencia, en ese entonces avenida Hidalgo.
En la mencionada hacienda de Noé, cuatro leguas al norte, se concentraban los bienes del capital del latifundista, con grandes bodegas para almacenar las cosechas que se levantaban en los miles de hectáreas de cultivo, con extensos corrales para apacentar los cientos de mulas que se utilizaban en la siembra y para tirar de los carros de carga.
En sus patios se apilaban grandes cantidades de aperos de labranza para trabajar en las labores y era el centro de las actividades de sus tierras, donde también se instaló una estación del ferrocarril para el manejo de los embarques de productos agrícolas.
El inusitado y dinámico crecimiento de esa congregación inicial que antes pertenecía al Partido de Mapimí y que tuvo a Lerdo como cabecera política, pronto rebasó las expectativas que se tenían y el año de 1905 al crearse la nueva Ley de División Territorial del Estado de Durango, en atención a su crecimiento y desarrolló, se le otorgó el rango de municipio y ciudad, se le impuso el nombre de Gómez Palacio que había propuesto su Fundador don Santiago Lavín Cuadra, independizándolo del Partido y de la cabecera anterior gracias a su espléndido desarrollo y potencial, que superaba ampliamente a ambas instancias señaladas.
Por esas razones fue que la nueva ciudad no pasara por los acostumbrados procesos naturales de ser ranchería y luego villa, sino que desde un inicio su rápido avance le dio perfiles de ciudad y antes de serlo ya era considerada como una población en toda forma.
Gómez Palacio desde sus inicios tuvo vocación industrial, pero en paralelo se convirtió en esos tiempos en la ciudad más importante de la Comarca Lagunera al contar con grandes almacenes de mayoreo, un tranvía de mulitas en 1898, que luego se transformó en tranvía eléctrico el año de 1901, con sus ramales a Lerdo y posteriormente a Torreón con una extensión total de 10 kilómetros 817 metros.
Para su cruce sobre el río Nazas fue necesaria la construcción de un puente de armazones metálicos de 225 metros de extensión.
Los tranvías de mulitas transportaron en su época de funcionamiento un millón 222 mil pasajeros y manejaron 18 mil toneladas de carga entre las tres poblaciones.
Las industrias más relevantes eran: La Compañía Industrial Jabonera “La Esperanza”, La Fábrica de Hilados y Tejidos “La Amistad”, La Fábrica de Dinamita, La Fábrica de Calzado “La Unión”, Fábricas de Cigarros de Hoja, de Cerillos, de Ladrillos y los Talleres de la Casa Redonda, gran centro ferroviario donde se reparaban los trenes y los carros que trasladaban las enormes cargas de productos de toda índole, entre otros grandes establecimientos que en conjunto ocupaban miles de trabajadores en sus turnos de labores.
Desde luego que esa numerosa población requería del abasto de alimentos y enseres que se expenden en los mercados públicos, mismos que son indispensables para la preparación de la diaria alimentación de todas las personas, por lo que hubo de implementarse el primer mercado público llamado “Baca Ortiz”, en 1901, su nombre fue en honor del primer gobernador constitucional de Durango en 1826, don Santiago Baca Ortiz, de grata memoria por sus firmes convicciones liberales y su honesta actuación.
El citado mercado funcionaba adecuadamente, pero sus instalaciones fueron incendiadas a finales de 1916 por fuerzas del general Francisco Villa a su paso por Gómez Palacio el 21 de diciembre de ese año, durante la tercera y última toma de Torreón, después de haber sido derrotada la División del Norte bajo su mando en Celaya, por el ejército del general Álvaro Obregón.
Las siguientes tres décadas, el Parián como coloquialmente le llamaba la gente de esos tiempos, funcionó de una manera poco eficiente debido a las malas condiciones físicas en que se encontraba, al descuido de las instalaciones y a la falta de orden, fue lo que provocó un estado ruinoso del establecimiento que tal vez fue la causa del incendio que acabó con el mercado al quemarse la mayoría de los locales, mismos que ya no reunían las condiciones de seguridad, esto aconteció el día 13 de agosto de 1947, teniendo que hacerse la demolición de lo que quedó en pie, obligando a los locatarios a instalarse en barracas y puestos en la vía pública en las calles aledañas y algunos a trasladarse a un pequeño mercado que se ubicaba al norte de la calle Morelos en un lugar llamado “El Parralito”, que ya tenía cartel de sitio de venta de mercancías, frutas y verduras.
Con anterioridad, el “Parralito” proporcionaba servicios del ramo alimenticio a los ciudadanos que habitaban en las cercanías y que eran cientos de personas integrantes de las familias de los trabajadores de varias de las antes señaladas factorías gomezpalatinas.
El nombre del barrio se debía al que llevaba una tienda de abarrotes propiedad entonces de don Antonio Correa, quien era originario de Parral, Chihuahua y por esa razón denominó a su negocio de esa manera.
Alrededor de ese tradicional lugar se expendían verduras y frutas de temporada y hasta la fecha se encuentra convertido en un tianguis de venta de mercancía diversa, ropa nueva y usada.
Ese mismo año de 1947 tomó posesión el señor José Ramón Valdez como Gobernador Interino substituto de Durango, a raíz de la muerte del general Blas Corral Martínez quien era Gobernador Constitucional.
El nuevo gobernante se hizo cargo de la reconstrucción integral del mercado, la que duró aproximadamente 3 años.
El 23 de julio de 1950 el Lic.
Miguel Alemán Valdés, durante una gira de trabajo por Gómez Palacio visitó el mercado con el fin de conocer el grado de avance de los trabajos.
Finalmente, el jueves 7 de noviembre de 1950 fue inaugurado el nuevo mercado, bautizado con el nombre de José Ramón Valdez por los propios locatarios, en agradecimiento al funcionario que apoyó las labores de reconstrucción total del inmueble.
Ese mercado en su existencia de más de medio siglo, ha sido emporio de trabajo y centro obligado de intercomunicación entre los habitantes de nuestra comunidad, la mayoría de quienes tuvimos la fortuna de acceder a sus instalaciones guardamos recuerdos y anécdotas gratas de aquellas ocasiones y de algunos comerciantes muy conocidos como los señores: Eliseo Silva, Quico Flores, Luciano Ramírez, Efrén García, Eusebio Padilla, Albino Aragón, Abraham Núñez, Jorge Kuri, Julio Trigo, Beto Espinoza, Manuel Maciel, entre otros personajes.
Sin embargo, el edificio ya refleja en su estructura los daños del tiempo, que en las pasada seis décadas han dejado su huella y la necesidad de una renovación o adecuación a fondo para responder a los retos que impone el presente a los locatarios, ya que la sociedad moderna busca lugares apropiados para el consumo cotidiano de bienes, que tengan excelente higiene, facilidades y comodidades para los clientes y proveedores, a la vez que resulten atractivos y funcionales, a fin de poder hacer frente a la competencia.
El rápido crecimiento poblacional, aunado al establecimiento de tiendas de autoservicio de grandes cadenas comerciales y la cercanía de otros importantes lugares de abasto en el municipio vecino de Torreón, que con sus funcionales instalaciones se colocaron a la cabeza en la región como proveedores de las ciudades vecinas y se fueron adelantando en el desarrollo urbano y comercial, lo que provocó la colocación en franca desventaja del comercio gomezpalatino.
Esa problemática motivó a los organismos productivos de Gómez Palacio a emprender acciones encaminadas a tratar de cambiar esa situación proponiendo la creación de un mercado de abastos y una central camionera al gobierno estatal, como requerimientos necesarios y bases principales en el avance de Gómez Palacio.
Central de Abastos de Gómez Palacio surgió en diciembre de 1992 por iniciativa de un grupo de empresarios gomezpalatinos comprometidos con el desarrollo de su ciudad.
Era gobernador de Durango el Lic.
José Ramírez Gamero, quien creó primero el Fideicomiso de Solidaridad y Distribución de la Central de Abastos para impulsar el desarrollo de la ciudad.
Nació a través de un decreto expropiatorio para dotar a la ciudad de terrenos para la infraestructura comercial y habitacional.
En la superficie expropiada se incluyó la Central de Autobuses y una porción de las colonias que rodean la Central de Abastos.
A la cabeza de todas las gestiones estaban los integrantes de la Cámara Nacional de Comercio, institución que inició una tenaz lucha para lograr la construcción de un mercado de abastos.
El ambicioso proyecto cristalizó y el 11 de diciembre de 1992 se inauguró la Central de Abastos de Gómez Palacio con 431 locales comerciales y bodegas de diferentes medidas, equipada con todos los servicios básicos: agua potable, drenaje, energía eléctrica y mil doscientas líneas telefónicas disponibles.
La brecha comercial se acortaba drásticamente, nuestro comercio se colocaba en una excelente posición para competir a nivel regional, creando empleos y brindando satisfactores de calidad a bajos precios en beneficio de sus habitantes, ingresando a una historia de superación y la realización de un sueño para Gómez Palacio con las nuevas generaciones de comerciantes abriéndole paso al camino del progreso arribando orgullosamente a su 25 aniversario de esfuerzos y grandes logros.
Más información en https://www.
elsiglodetorreon.
com.
mx