López-Gatell y su esposa Arantxa, la pareja de científicos que arrasó en Internet El Gráfico

 Desde que la emergencia sanitaria por el brote de Covid-19 acaparó la atención de la población en México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, ha encabezado el informe sanitario que como reloj suizo se presenta a las siete de la noche para mantener actualizados a los mexicanos acerca de las estadísticas y las medidas de salud establecidas por la pandemia.
 Este personaje ha cobrado relevancia por tener en sus manos la responsabilidad sanitaria de México y la comunidad internauta no ha tardado en reconocérselo, pero tampoco ha dejado de colgarle el título de “el crush de México”, que por cierto está casado con Arantxa Colchero Aragonés, doctora en Salud Internacional por la Universidad de Johns Hopkins.
 En la individualidad, Hugo se ha formado para hacerle frente a crisis epidemiológicas.
De acuerdo con el sitio web oficial del Gobierno de México, es un Doctor en Epidemiología por la Universidad de Johns Hopkins, pero además de ello otras actividades en las que se ha desempeñado le permitieron construir un perfil multidisciplinar.
 Fue asistente de investigación del departamento de Epidemiología en la Universidad Johns Hopkins, misma en la que cursó un Posdoctorado en Salud Pública, pero también se ha desempeñado como titular de residentes de Medicina Interna en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán en donde además fungió como subdirector de investigación clínica.
Es analista, profesor, asesor de tesis, director de estudios epidemiológicos y funcionario de gobierno.
Gatell Ramírez tiene 40 textos publicados y según Google Academic ha sido citado más de seis mil veces por sus investigaciones científicas; el proyecto más ambicioso del Médico Cirujano es la Reforma del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) que tuvo como objetivo la modernización conceptual, estructural y funcional para generar inteligencia epidemiológica y constó de cinco líneas: replanteamiento conceptual de vigilancia epidemiológica, reorganización estructural, modernización tecnológica, formación de recursos humanos y calidad total.
 A la par que el subsecretario se formaba, Arantxa su esposa, también lo hacía pero desde el campo de la Economía aunque siempre con un ángulo que apuntaba a la salud pública, específicamente a la obesidad.
Colchero Aragonés estudió Economía en la UNAM,  realizó una maestría en Economía de la Salud en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y un doctorado en Salud Internacional en la Universidad de Johns Hopkins en el mismo periodo que Gatell hacía lo propio.
 También fue asistente investigadora del Departamento de Epidemiología respaldado por la fundación Bloomerg, pero ella se inclinó más en los estudios contra la obesidad desde una perspectiva económica, por lo que lideró el proyecto: “Lucha de impuestos contra la obesidad en México: el apoyo al diseño y la evaluación de acciones sociales y políticas públicas efectivas”, de 2012 a 2017.
El proyecto desde entonces tenía miras a lo que hoy se conoce como la NOM-051 del etiquetado de alimentos, que aunque no planteaba precisamente eso, sí evaluaba la factibilidad de implementar un impuesto en las bebidas azucaradas.
Hoy, Aratxa es la encargada de diseñar y evaluar el impacto de estrategias estructurales para prevenir y reducir la obesidad con políticas fiscales en México y del etiquetado frontal y de regulación de la publicidad que ya se está implementado en Chile.
 Actualmente es investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Investigadora Nacional SIN II por el Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT e investigadora “D” por los Institutos Nacionales de Salud.
 En conjunto la pareja “López-Gatell Cochero”, apareció en febrero de 2019 con su participación en la mesa de trabajo del Grupo Parlamentario de Morena para analizar estrategias que contrarrestaran la diabetes, obesidad y sobrepeso.
Ella propuso un aumento en el impuesto para las bebidas azucaradas, mientras que él, en representación de la Secretaría de Salud, le apostó a un plan más estructurado, es decir, que se atacase el problema desde distintos sectores.
 Ambos firmaron la tesis de Maestría de una de sus estudiantes “Los costos de la lactancia materna inadecuada de los bebés en México”, del INSP y junto con otros colaboradores escribieron el artículo sobre la influenza H1N1 titulado “Enfermedad respiratoria severa concurrente con la circulación de la influenza H1N1”.
 Aunque lo que terminó por aderezar y catapultar a la pareja de científicos preparados para aportar a la salud pública de México, fueron las recientes dedicatorias de sus tesis filtradas a través de redes sociales.
 En julio de 1996, Colchero Aragonés estaba a punto de titularse como licenciada en Economía por la UNAM con la tesis “Distribución del ingreso y crecimiento económico en México 1940-1993” y en su dedicatoria escribió “A Hugo, mi compañero, por compartir con tanta ilusión este trabajo”.
 Y cinco años después, en 2001, Hugo se convirtió en maestro en Ciencias Médicas por la UNAM con el trabajo “Factores de riesgo para el desarrollo de infecciones en pacientes con Lupus Eritematoso Generalizado (neumonías)”, en donde también recordó a su hoy esposa “A ti, Arantxa, un paso más juntos”.
Bajo el contexto actual que en principio sólo localizaba a Hugo como una pieza de ajedrez importante para el país, la dupla se convirtió en el estandarte “goals” del momento.
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