Nuevo subsecretario de Seguridad en Michoacán, acusado de tortura El Siglo de Torreón

Ricardo Delgado, recién nombrado subsecretario de Seguridad en Michoacán, se encuentra involucrado en un caso de tortura y abuso de autoridad, del que incluso la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió recomendación en enero pasado, a la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
La CEDH confirmó que la instancia recibió la queja en donde un hombre que fue detenido en Baja California, acusó al ahora subsecretario de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes en contra no sólo de él, sino de su familia.
Por lo anterior, se emitió en enero pasado una recomendación que se mantiene en proceso de cumplimiento, lo que implica que la autoridad a la que se envió la aceptó y está atendiendo los puntos que se le recomendaron De acuerdo a la queja, en julio del 2014, Ricardo Delgado, quien en ese momento se desempeñaba como policía ministerial, junto con otros cuatro elementos, se trasladó a Baja California a realizar labores de investigación.
Señala el quejoso, que vestido de civil y sin presentar ninguna insignia que lo identificara como representante de la ley, Delgado y los demás elementos policiacos irrumpieron en su hogar, en donde lo golpearon a él y a su esposa, mientras que a su hermana la amenazaron con armas de fuego que ponían en su cabeza.
Agrega la queja que durante el operativo, los elementos fracturaron a golpes las costillas a su padre, además de que a él lo trasladaron a Morelia, sin que lo pusieran de inmediato a disposición de las autoridades correspondientes.
El quejoso se declaró inocente de los cargos por los cuales se le detuvo y aseguró que salió de Michoacán, huyendo de la violencia que se vive en el estado.
La existencia de esta queja y posterior recomendación fue evidenciada este martes por un periódico de circulación estatal.
Como se recordará, Ricardo Delgado fue designado el pasado lunes como subsecretario de Seguridad, en sustitución de Carlos Gómez Arrieta, quien dimitió a su cargo tras ser involucrado en un hecho de tortura registrado en el 2014, en el marco de las investigaciones de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
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