Simpatizantes de Bolsonaro toman las calles en Brasil El Siglo de Torreón

Simpatizantes del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, comenzaron este domingo a movilizarse en varias ciudades del país con manifestaciones de apoyo al mandatario, que en cinco meses de Gobierno colecciona crítica y polémicas y hace dos semanas enfrentó multitudinarias protestas de estudiantes.
Una de las mayores concentraciones a favor de Bolsonaro comenzó en la mañana de este domingo en la Orla de Copacabana, en Río de Janeiro, donde miles de simpatizantes, la mayoría vistiendo camisetas amarillas y verdes -los colores nacionales- se reunieron portando carteles con mensajes de apoyo y respaldo al Gobierno.
La Cidade Maravilhosa es el fortín político de Bolsonaro, quien a pesar de ser paulista inició su vida pública en Río de Janeiro como concejal de la ciudad y después representando al estado en el Congreso como diputado.
Uno de los simpatizantes, José dos Santos, de 53 años, dijo a Efe que decidió "protestar contra la política del Congreso Nacional, que está presionando" a Bolsonaro con "viejas prácticas" y porque iniciativas, como la ley contra el crimen propuesta por el ministro de Justicia, Sergio Moro, necesita que "sea votada y aprobada".
El nombre del exjuez anticorrupción fue vitoreado también en Río de Janeiro, donde se exhibió un muñeco inflable del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril de 2018 en Curitiba (sur) justo por una condena aplicada por Moro.
"Brasil necesita acabar con la corrupción, salir de esa paralización política y avanzar en la reformas tributaria y de jubilaciones para el país volver a crecer.
Inversiones son importantes, el trabajo es importante y el desempleo no le interesa a nadie.
Independiente de ideología de derecha o izquierda", anotó.
La polémica reforma de pensiones y jubilaciones presentada por el Ejecutivo y que se tramita en el Congreso con un amplio sector que fuertemente se opone a la iniciativa, es considerada por el Gobierno como "vital" para enderezar las maltrechas cuentas públicas.
Para Dos Santos, "las personas tienen que apostar en Brasil, así como los inversores quieren y los políticos no están dejando, por eso se tiene que hacer presión al Congreso y a las fuerzas políticas para que luchen por un país mejor y se pueda seguir adelante".
La jubilada Ruth Lucciano, de 63 años, señaló a Efe que "llegó la hora de defender a Brasil, porque hay mucho robo, mucho basura en la prensa, como Globo, y el brasileño no es bobo.
Bolsonaro es el hombre que vino a salvar a Brasil y el pueblo está con él".
Al igual que en Río de Janeiro, donde las manifestaciones fueron acompañadas por camiones de sonido con música y agitadores de masas y en las que se vieron carteles de apoyo a las reformas propuestas por el Ejecutivo y en contra del Congreso y del Supremo Tribunal Federal (STF), otras ciudades se movilizaron desde temprano.
Capitales del norte, como Belem, en el amazónico estado de Pará, y Sao Luis, en Maranhao, comenzaron el día con grandes movilizaciones, mientras que en Belo Horizonte (Minas Gerais, sureste) y el Distrito Federal de Brasilia, paulatinamente, recibían electores de Bolsonaro a lo largo del día.
El centro de Belem y el puerto de Sao Luis tuvieron actos musicales y discursos de políticos locales a favor de Bolsonaro y su equipo, mientras en Brasilia, con una concentración inicial de unas 10,000 personas -según la Policía Militarizada- se exhibió un muñeco gigante de Superman pero con la cabeza del ministro Moro.
Los actos ocurren en 12 de los 26 estados y en el Distrito Federal.
Las manifestaciones pro Gobierno se realizan once días después de que l movimiento estudiantil, con apoyo de sindicatos y organizaciones sociales, realizara multitudinarias protestas contra los recortes en la educación superior pública determinados por Bolsonaro, cuya popularidad viene cayendo según las más recientes encuestas.
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