Pitcher que abusó de su sobrina recibe oportunidad en el beisbol mexicano Elimparcial.com Sonora

"Admito que tuve contacto sexual con ella".
Esa fue la declaración que inició el calvario de Luke Heimlich, pitcher estrella del béisbol universitario y un exprospecto estelar para jugar en las Ligas Mayores.
Cometió el abuso sexual cuando tenía 15 años, en 2011, pero fue hasta el 2017 que se reveló la noticia.
La víctima fue su sobrina, quien tenía 6 años de edad.
Desde entonces, han pasado dos años en los que fue etiquetado como agresor sexual de bajo riesgo (clasificado como poco propenso a reincidir en otra agresión sexual) y ha sufrido un bloqueo que le impidió dar el salto al beisbol profesional en las Grandes Ligas, Las Menores y la Liga de Taiwán.
Pero ya no más.
Encontró un refugio con los Tecolotes de los Dos Laredos, que lo firmaron para esta campaña en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB).
"Lo elegimos por su talento y especialmente porque creemos en las segundas oportunidades", dice José Antonio Mansur, presidente del equipo a EL UNIVERSAL Deportes.
"Creemos que ya pagó su deuda con la sociedad".
Para contratar al pitcher, revela el directivo, la LMB realizó una investigación en la que, entre otros requisitos, le pidió al lanzador que firmara una carta de buena conducta.
Este diario pidió una postura de Javier Salinas, presidente de la liga, para saber en qué consistió el resto de la investigación, pero su departamento de prensa respondió que “daría una postura próximamente”.
"(Heimlich) nos dijo que no cometió el crimen y que solo lo aceptó para no afectar más las relaciones con su familia.
En el equipo le creemos”, sostiene Mansur.
El directivo está consciente de que el equipo y el mismo lanzador pueden ser objeto de críticas por parte de la prensa y los aficionados al enterarse del pasado de Heimlich.
Dice que, en ese caso, serían calumnias y confía en que los medios de comunicación cuenten correctamente la historia del lanzador.
Enfatiza que el pelotero no tiene ningún papel que le impida jugar al beisbol profesional y que, el error que cometió, ya fue saldado con un acuerdo legal en su natal Washington.
“La realidad es que pocas personas saben cómo es este muchacho”, dice.
Mansur lo describe como “un gran chico”, talentoso para el beisbol que incluso puede lanzar una sesión de bullpen entre 96 o 97 millas por hora.
También menciona que es tranquilo y que nunca le ha dado un problema a su organización en el poco tiempo que ha estado ahí.
“Todo mundo merece una segunda oportunidad, siempre y cuando se la gane”, comenta Félix Fermín, mánager de los Tecolotes a este diario.
“No sé si él se la ganó todavía”.