Por los rumbos de la plaza Carlos Pacheco, en el centro de la CDMX El Bable

   Caminaba, una vez más, por el Centro Histórico.
.
.
mejor dicho, por las proximidades de; cuando, en lugar de doblar hacia el oriente, lo hice al poniente y.
.
.
¡ho! maravilla encontré.
Acababa de salir del metro Balderas, me bajé allí debido a lo abrumado que me sentía por la multitud, pensé que podría llegar caminando a un pequeño (isímo) restaurante que ofrece paella, en las proximidades del mercado de San Juan pero, como ya lo mencioné, di mal la vuelta y entré a un mundo maravilloso, sin lugar a dudas.
   Caí en la plaza(o jardín) Carlos Pacheco, ese mismo que fuera, en el XIX (y antes) la plazoleta de la Candelarita.
Comencé a topar con cosas extraordinarias como una magnífica puerta verde al modo de las de París, luego pasé frente a un edificio de departamentos que intuyo habrá sido de los primeros en su tipo, característico del post decó (o post noveau).
.
, me inclino por el primero.
El cual me sorprendió más que por su arquitectura, por su caligrafía:   A esto me refiero.
.
.
   Y por si esto no hubiera sido suficiente, encuentro, del lado poniente de la plaza un edificio que fue trasplantado ahí, pues originalmente era la Casa de los Condes de Rábago que, en 1949, fue trasladada, la fachada, piedra por piedra, de la antigua calle de Capuchinas, a este sitio, para albergar a la Academia de Historia.
   Unos metros más al poniente, sobre la calle Pugibet, está otra magnífica fachada, que igual fue trasladada piedra por piedra, de la misma calle de Capuchinas y que fuera la mansión del marqués de Guadalupe y que ahora es la sede de la Casa de la Cultura de Tamaulipas.
    Luego vi, en una de las esquinas al lado sur, una singular construcción cuya singularidad no es su arquitectura, sino el colorido de la misma.
.
.
y andando por ahí me pregunto ¿quién fue tal personaje de nombre Carlos Pacheco? ¿por qué le dieron su nombre a una plaza de la periferia del centro histórico? digamos que la zona buffer.
.
.
o buffer 2 de esa área del patrimonio de la humanidad.
.
.
   Pues el tal personaje, fue, entre otras cosas (además de muy amigo de Porfirio Díaz): Gobernador de Puebla de 1876 a 1877.
Gobernador de Morelos de 1877 a 1879.
Secretario de Fomento, Colonización e Industria de 1881 a 1884, de 1884 a 1887 y de 1887 a 1891.
Gobernador de Chihuahua en 1887.
Secretario de Guerra de 1779 a 1780.
Gobernador del Distrito Federal de 1880 a 1881.
    Y caminando hacia el poniente, en la calle de Balderas, topamos con este edificio en el abandono total.
.
.
y no lejos de ahí.
.
.
   Uno de los tantos cines abandonados que hay en la ciudad.
.
.
   Cruzando la calle está el parque de la parte trasera (norte) de La Ciudadela, parque dedicado a Morelos, en donde hay varias interesantes estatuas.
.
.
    Y sí como yo, te has preguntado el por qué la calle y su estación del metro se llama Balderas y es representada por un cañón, pues bien: Lucas Balderas es un guanajuatense, nacido en San Miguel el Grande, nacido en 1797, que se enlistó con los Fieles de Fernando VII en el bando realista.
"En la Batalla de Molino del Rey, el 8 de septiembre de 1847 al intentar sofocar una partida recibió una herida de bala en el vientre, a consecuencia de la cual murió ese mismo día.
Se dice que sus últimas palabras fueron: "Pobre patria mía".
El 6 de mayo de 1853, por decreto de Antonio López de Santa Anna, fue nombrado coronel permanente".
Wikipedia