Frontera y crisis mundial El Siglo de Torreón

Tropezarse no es malo; encariñarse con la piedra es lo peor 13 de septiembre de 1847, 30 irlandeses del batallón San Patricio que se habían sumado a las filas defensoras mexicanas ante la destructora invasión norteamericana; sufrieron, de manera cruel, dramática y despiadada, los últimos minutos de su existencia.
Con la soga al cuello sobre carretas altas para permanecer mirando hacia el castillo de Chapultepec, asaltándose por las siempre sanguinarias tropas gringas, quienes querían que, lo último que vieran, fuera la odiada bandera yanqui izándose, al ser despojado nuestro país de más de la mitad de su territorio.
Previamente habían sido azotados y marcados con hierros candentes.
Finalmente, cuando las rayas y estrellas remplazaron a la tricolor sobre el castillo, por órdenes de Winfield Scott, quien buscaba castigar más allá de la muerte a los irlandeses católicos, las carretas avanzaron lanzando a los san Patricios hacia la eternidad.
Saña brutal y sanguinaria que siempre han utilizado estos asesinos de la humanidad.
Después de que cayó la capital, se firmó un tratado entre una nación destrozada que tenía que entregar todo lo que le pidiera el vencedor, quien poderosamente armado, exigió más de 2 millones de kilómetros cuadrados.
Este tratado llamado de "Paz, Amistad y Límites", definía la línea fronteriza, mismo que nunca fue respetada pues la ambición americana que no conoce límites, extendió estos hacia el sur.
Hoy en día, sigue una disputa sobre territorios mexicanos donde sobre ellos, espera el bravucón de barrio Donald Trump, construir su muro.
Como corolario de esta campaña de rapiña, nos sigue amenazando; para hoy o hasta dentro de un año con cerrar la frontera.
Dizque por la entrada de drogas y la llegada de miles de migrantes.
Aquí cabe hacer preguntas reflexivas: ¿Por qué pasan las drogas al barrio de este golpeador callejero? ¿Será que allá hay consumidores? Pues amárrenlos para que no compren… ¿Qué Perdulario está pagando las caravanas? Siempre ha habido migrantes; los vemos pasar por decenas; pero ahora son decenas de miles y vemos videos de gente entregándoles dólares para empujarlos a emigrar.
¿A quién están beneficiando esos movimientos masivos? ¿Seremos tan ingenuos de creer que la gente se organiza sola en grupos de 20,000?… ¿Sí, ellos solitos? ¿Aumentar los aranceles de autos no afecta al consumidor americano? Esa migración masiva por México presenta múltiples lecturas: Trump quiere convencer a sus electores que es indispensable el muro; que los demócratas son "radicales de izquierda" y que existe una crisis humanitaria.
Busca además crearle a México graves problemas y así obligarlo a aceptar las condiciones que les impongan.
Entre ellas hay que considerar que el ultimátum de cerrar la frontera es una velada amenaza por no desconocer a Maduro, ya que México no se le está arrodillando.
El canciller mexicano, siguiendo las indicaciones de su jefe afirma: "El no estar contestando no quiere decir ausencia, es una estrategia y éstas se miden por resultados.
México debe cuidar sus intereses e integridad".
¿Será cierta esta pasividad que raya en la complicidad? ¿Hasta cuándo lo mexicanos debemos soportar los insultos, agresiones y agravios de una persona que debería estar en un manicomio? Un terrible mentiroso que goza insultando a todos los que no se le someten y los tilda de dictadores: Kim Jong Un; Hasán Rohaní; Nicolás Maduro; Bashar al-Ásad, entre otros; en cambio, quienes se le someten son "demócratas" aunque subyuguen a sus pueblos como los reyes saudíes.
Cuidado con la doctrina de sometimiento actual norteamericana: armar a la oposición doméstica y buscar crear enfrentamientos entre países vecinos.
Venezuela y Siria son ejemplos claros y precisos; frente a ellos están Colombia y Brasil, o Israel y Arabia Saudí.
Alerta, no olvidemos que ahora está enfrentando abiertamente a México con Guatemala, Honduras y El Salvador; quiere obligarlo a cerrarles las fronteras.
El "error" que una cadena televisiva haya llamado a esos países "mexicanos", debemos verlo como una provocación maquiavélicamente calculada.
Sumemos lo dicho públicamente por ese desequilibrado: "Estamos pensando "muy seriamente" en catalogar a los cárteles de la droga mexicanos como grupos terroristas".
Por ello podría acusar a México de crímenes de lesa humanidad, asegurando que "todas las cartas están sobre la mesa"; así, fuerzas americanas intervendrían en nuestro territorio para acabar con esos "terroristas" dicho más claramente: una invasión armada a México para detener ellos a los migrantes que el gobierno mexicano no puede contener… Esto no es especulación; es razonable.
Eso sí lograría enfrentar a los mexicanos más seriamente; entre quienes no aceptamos la intervención americana y quienes la desean, abrigan y abrazan porque así conviene a sus intereses; ellos, al igual que los polkos, (mexicanos que apoyaron la invasión americana de 1846-48) traidores que al igual que hoy hace Juan Guaidó, pidieron invadir a su propia patria.
No podemos sustraernos de la realidad mundial: la amenaza de una guerra internacional; la lucha comercial China - Estados Unidos y militar con Rusia, también es innegable.
China y Rusia estarían prestas para "ayudar" a México; pero los mexicanos debemos estar atentos para responder que no queremos ninguna injerencia extranjera; ya hemos recibido muchas afrentas gringas y seamos honestos, ningún país poderoso ofrece ayuda a uno débil sin intereses propios; China y Rusia quieren destrozar a Estados Unidos y quieren vengar justo en América lo que les han hecho a ellos en Ucrania y en Taiwán.
Los mexicanos debemos resolver nuestros problemas por nosotros mismos, así como debe suceder en Venezuela y en cualquier otra parte del mundo.
Es indispensable que se empiece a enseñar mandarín en las escuelas.
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