Importó sazón italiano a la frontera Frontera.info

Salvatore Panetta, italiano de nacimiento, lleva poco más de 20 años en la ciudad de Tijuana luego de que decidió contraer nupcias con una mujer mexicana.
El destino del hombre de 55 años lo llevó a generar dos décadas de historia en la frontera norte de México, donde vive sin ningún problema y su futuro inmediato no le da razones para querer irse.
Narró que en una visita a San Diego conoció a su ahora esposa, luego de dos años se casaron y decidieron apostar por radicar en el municipio con más habitantes de Baja California.
“Nos conocimos en San Diego en un restaurante que se llamaba en ese entonces La Strada en la Quinta Avenida, es un lugar que muchos mexicanos conocieron, era muy bonito”, recordó.
Panetta es chef de comida italiana y explicó que mientras vivía en Estados Unidos, le gustaba visitar Tijuana para bailar y salir de noche.
“Me vine a vivir aquí con mi esposa y comencé a dar banquetes a las maquiladoras”, comentó.
La oportunidadPasó el tiempo y en un día cualquiera, Salvatore Panetta vio un local en renta y tuvo la ilusión de ser dueño de un restaurante de comida italiana, propósito que cumplió y que ahora no contempla abandonar.
“De repente un día llegué a mi casa y le dije a mi esposa voy a abrir un restaurante, conozco mucha gente y tengo la confianza de hacerlo, así fue como juntos lo decidimos”.
“Antes mi restaurante se llamaba Italianísimo porque inicie con un compatriota mío”, mencionó, “ahora yo solo estoy a cargo, se llama Salvatore y ofrecemos platillos de mi país”, resumió.
A pesar de que en su estancia viajó a la Ciudad de México por negocios, decidió regresar a Tijuana porque no obtuvo los resultados esperados, algo que lo convenció aún más de que él debía prosperar en la entidad norteña.
“A la Ciudad de México yo iba a ir a la zona de Polanco, pero cuando llegué, todo cambió, a mitad de camino nos modificaron el destino y busque otro lugar para invertir también”.
Recordó que el nuevo lugar era muy amplio y se complicaba llenarlo, luego decidió apostar por el giro de cantina y la situación mejoró.
Sin embargo, se asociaron con personas con malas intenciones y decidió volver a la ciudad de Tijuana.
“Me regresé porque no me fue como esperaba, además siempre tuve en mi cabeza que quería volver a esta ciudad”, confesó.
A Salvatore no le preocupa que a lo largo de los años hayan prevalecido hechos violentos en la ciudad.
“La gente de Tijuana es muy hospitalaria, yo nunca he tenido un problema con nadie aquí, de hecho cuando salí mucha gente me buscaba; luego regresé y los clientes me abrazaban; es muy bonito y me siento muy arraigado”.
Al cuestionarlo sobre si Tijuana es gran opción de inversión, para otras personas que apuesten como él lo hizo, no dudó en enaltecer las oportunidades que aquí se ofrecen.
“Sí le recomendaría a la gente que invierta en Tijuana para hacer negocios de cualquier tipo, no solo restaurantes, es una excelente ciudad”, mencionó.
Al final agregó que todos los años se toma un receso para visitar a sus padres y hermanos, quienes viven en Italia, sin embargo, su visión más cercana es seguir en Tijuana, lugar que le ofrece felicidad y donde ha forjado una familia.