¿Cómo es un día de lluvia y frío en una invasión? Elimparcial.com Sonora

Un muro de bloques de concreto es lo único que había cuando Ana María recibió el predio donde construyó su hogar y esa misma pared es lo único que le quedó, luego de que personas desconocidas incendiaran la vivienda.
Con láminas, unas vigas de madera, hule negro y un poco de alambre, la familia de Ana María Sandoval Cárdenas volvió a construir un cuarto para refugiarse del calor, el frío o la lluvia; sin embargo, cualquiera de estos traspasa el techo y las paredes.
"Ya no hallamos dónde meternos, nomás tenemos este cuartito porque en mayo del año pasado nos quemaron la casa; se me gotea, por eso tengo unos botes, porque cuando arrecia la lluvia, se mete más agua.
"Me dieron una estufa viejita y la acomodamos para poder atizar aquí (afuera), tengo una mesa que se quemó, nomás le puse una tabla y ahí estamos como se puede.
Me regalaron un sillón y un colchón, pero ni dónde meterlo", puntualizó.
La señora relató que su esposo utilizó unas tablas de madera y una cobija para construir un baño en el patio, pero no han podido conseguir un inodoro; mientras, acuden al monte para sus necesidades fisiológicas.
"Ando solicitando una taza para tener baño, ya he solicitado un apoyo también para el cuarto y me dijeron que sí me lo van a hacer, pero no me dijeron cuándo; ya no hallo qué hacer y menos con el enfermo, porque mi hijo toma medicamentos, está enfermo del corazón", narró.
DIFÍCIL SITUACIÓNAna María, quien vive en la invasión Plutarco Elías Calles, señaló que durante la actual temporada invernal han batallado mucho para poder mitigar el frío, pues no pudieron recuperar su ropa y tampoco recibieron cobijas suficientes en diciembre o enero.
"La gente que viene a repartir cobijas se queda en la colonia de la entrada, por eso muchas veces no nos dan a los que vivimos aquí; me dijeron que me darían madera para un cuartito y no me han dado nada.
"Ya no sé qué hacer, a veces me siento y lloro porque me da tristeza, yo tenía todo y vea ahora cómo ando, empezando de vuelta", manifestó la mujer, con la voz entrecortada.
La madre de familia y ama de casa pide a la comunidad que se solidarice con ella, y la ayuden a tener un refugio digno donde ni el calor, el frío o la lluvia traspasen el techo y las paredes de su hogar.