Las promesas incumplidas pueden romper un corazón.
Quizá por eso, el argentino Gerardo “Tata” Martino no se comprometió a guiar a México al añorado destino donde nunca ha llegado en Copas del Mundo jugadas fuera del país: Un quinto partido.
Martino, que dirigió a Lionel Messi en el Barcelona y la selección de Argentina, fue presentado ayer como nuevo técnico de México para el próximo ciclo mundialista, pero lejos de caer en la sencilla trampa de prometer un objetivo que por ahora luce lejano, subrayó que lo que aspira a corto plazo es que México juegue mejor.
Así de simple.
“El armar una selección que realmente juegue bien nos va a acercar a las metas que todos estamos buscando.
Si me preguntan cómo haría para alcanzar un quinto partido que se va a jugar en cuatro años no sabría qué decir, porque primero hay que jugar las eliminatorias.
El evaluar lo que va a pasar dentro de cuatro años cuanto hay tanto por delante es imposible”, dijo Martino en una rueda de prensa en la capital del país.
“A lo que aspiro es a que, en el menor tiempo posible, pueda tener un equipo confiable y que sepa a qué jugar, esa es la presión máxima que tenemos como cuerpo técnico”.
Martino reemplaza en el cargo al colombiano Juan Carlos Osorio, quien dejó al equipo al finalizar el Mundial de Rusia, donde México fue eliminado por Brasil en los octavos de final.
Fue la séptima ocasión consecutiva en que los mexicanos naufragaban en su intento por alcanzar los cuartos de final, un destino al que solo han llegado como anfitriones de los Mundiales de 1970 y 1986.
“Sé cuál es la inquietud de ustedes y del pueblo respecto a dónde debería llegar, pero no quiero dejar de mencionar, porque me ha pasado en otros lugares, de no valorar el jugar finales y acá no podemos dejar de valorar el jugar sistemáticamente los octavos de final, más allá de que lo que todos queremos es jugar el famoso quinto partido”, subrayó Martino.