Hace más de un año que Elmer Morales no ve a su familia, ni a sus dos hijos ni a su madre, y los miles de kilómetros que lo separan de su natal Honduras lo hacen estar triste en estas fechas, pero mantiene la esperanza de poder labrar un mejor futuro.
La pasada Navidad, Elmer Morales pensó en lo desafortunado que es al no estar al lado de los suyos, pero recordó que por ellos es que lucha cada día para encontrar un trabajo estable y mejorar las condiciones de vida de su familia.
BUSCA TRABAJOHace un año la vida del hondureño cambió por completo, pues por la falta de oportunidades tuvo que salir de su país para buscar algo estable, algo seguro, lo que hasta ahora no ha encontrado porque no tiene papeles para trabajar en México.
"Claro que extraño a mi familia, a mis hijos y mi madre; la última vez que hablé con ellos fue hace dos semanas y desde entonces no sé más.
"Yo tengo mucha fe de que encontraré algo, un buen trabajo y podré mandarles dinero; no me los quise traer porque es peligroso para ellos; me hubiera gustado pasar Navidad con mis hijos y fin de año pero las cosas pasan por algo", expresó.
A pesar de las circunstancias en las que vive, Elmer Morales expresó sentirse afortunado de toparse a gente tan buena, como lo son los mexicanos y sobre todo los sonorenses, quienes le han tendido una mano para apoyarlo.
"Nos hemos topado a mucha gente buena, los mexicanos son muy buenos y nos han apoyado en cuanto han podido, nos han alimentado y nos han dado ropa y zapatos sin pedirnos nada a cambio, eso habla muy bien de todos ustedes y les estamos muy agradecidos", contó.
Así como Elmer Morales, decenas de migrantes están en varios puntos de Hermosillo, alguno el albergues del municipio, mientras que otros están en las vías del tren o por fuera del Hospital General del Estado.
Si gusta apoyarlos puede hacerlo donándoles zapatos, alimento, cobijas y mochilas.