Inconforma a vecinos llegada de migrantes Frontera.info

Un primer grupo de la Caravana Migrante centroamericana llegó este domingo a Tijuana, y está conformada por 80 integrantes de la comunidad LGTB provenientes de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, quienes en los próximos días buscarán su asilo humanitario en Estados Unidos.
El contingente llegó en dos camiones a la Central Camionera de Tijuana, los cuales fueron custodiados por la Policía Federal.
Cuando descendieron se arrodillaron para hacer una oración de gracias bajo la bandera de colores que representa la diversidad sexual.
César Mejía, representante de la caravana, expuso que su éxodo inició el 12 de octubre en la terminal San Pedro Sula, en Honduras, de donde huyeron de la discriminación, amenazas hambre y falta de oportunidades de trabajo.
Platicó que su recorrido fue difícil, pues han sido víctimas de insultos verbales y presenciaron un secuestro de sus compañeros migrantes y muertes.
“El camino ha sido muy duro, tuvimos lo que fue una ‘rastra’ (camioneta) secuestrada, gracias al GPS de logró contactar.
No hubo muertos en esa camioneta.
Muchas personas murieron, el conteo que llevaba eran de ocho, un niño, dos mujeres adultos, un hombre de un paro cardiaco, un chico que se cayó de una rastra no tuvieron de ni agua y otros”, lamentó.
Mejía expuso que recibirán apoyo de abogados de Estados Unidos para conseguir su asilo humanitario en ese país.
Asimismo que el traslado fue costeado por a apoderados legales de estadounidenses.
Para ello, dijo que formará grupos de quince personas en la Garita de El Chaparral, por lo que descartó que Tijuana sea su punto final.
Indigna llegada a vecinosDespués de su arribo a la Central Camionera, el grupo fue trasladado en unidades del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a una casa particular de la Sección Coronado de Playas de Tijuana.
Poco después de acomodarse en el interior del domicilio, algunos de los representantes del grupo salieron a ofrecer una rueda de prensa a los medios presentes y fue ahí cuando algunos vecinos mostraron su indignación por la situación, pues expresaron que no fueron consultados por las autoridades de Tijuana para este recibimiento.
El grupo de colonos inició un enfrentamiento verbal con algunos integrantes de la caravana LGBT, a quienes les advirtieron que no les permitirían alterar la tranquiliza del área.
Asimismo, cuestionaron quién fue y cómo pagaron el viaje y cómo pagarán su estancia y si esta es legal en el territorio mexicano.
“Esta es una comunidad que nos estamos organizando día a día para integrarnos, para defendernos y apoyarnos.
Y de repente empezamos a ver que llegaron carros, llegaron a nuestra casa de improvisto.
Estamos sorprendidos.
Estamos impactados y estamos incómodos porque la autoridad no nos consideró, aquí hay un presidente municipal, una delegación que debieron de habernos dicho”, Patricia Elena Juárez Hernández, representante del comité de vecinos.
Otros vecinos mostraron su enojo porque los integrantes de la caravana mostraran la bandera de colores que identifica a la comunidad LGBT.
“Yo no estoy en contra de ustedes, yo lo que no quiero es que si llega a pasar algo, mis hijos…”, mencionó José Roberto Martínez.
Los residentes también se mostraron molestos porque ahora su tranquilidad y seguridad se verán afectadas por los migrantes.
“No nos parece la llegada de los migrantes, porque estamos teniendo conflictos de inseguridad aquí en la sección.
No se nos toma en cuenta como vecinos, que se nos avise.
Entendemos que la casa es de una empresa privada, pero esto nos está generando una inseguridad… si fueron traídos en carros oficiales, pienso yo que el gobierno tuvo que haberse preparado para poner un refugio para ellos, como el auditorio.
No los estamos discriminando, simplemente estamos viendo por nuestra seguridad”, dijo un vecino que evitó dar su nombre.
“No sabemos qué tipo de gente sea, no sabemos qué tipo de situaciones se nos vayan a presentar y si vayan a estar viniendo más.
A nosotros nos preocupa, porque ojalá que traigan recursos económicos para sustentarse, porque si no va a estar difícil… Hay que ver si su estatus migratorio es legal y si no, pues que los retiren”, agregó.
Los centroamericanos lamentaron el estigma de vándalos que les encasquetan, pero afirmó que dentro son una comunidad pacífica que huye de la violencia y por lo tanto buscan la paz y mantener el orden en Tijuana.
Aclararon que consiguieron la casa como albergue a través de una aplicación digital y que ellos mismos pagaran su estadía.