Anunciaron que saldrían rumbo a Oaxaca a las 3:00 horas del sábado, pero muchos se adelantaron con la idea de avanzar lo más que pudieran sin los rayos del Sol sobre sus cabezas.
Y es que son los cerca de mil 500 niños que viajan con padres y hermanos en la Caravana Migrante quienes sufren más por el fuerte calor que aún se siente en la zona del Itsmo mexicano.
Pero el tramo entre Arriaga, Chiapas y Tapanatepec, Oaxaca debieron recorrerlo con un calor inclemente ya que un grupo de unos 200 policías federales trató de impedir su paso.
Los policías, integrantes de la Gendarmería federal, se apostaron poco antes de pasar el río El Arenal.
A unos mil 500 metros la caravana fue detenida por los organizadores.
"¿No hay otro camino?", preguntó Eder a sus compañeros.
"No", le respondió tajante Gina Garibo, integrante de la organización Pueblo Sin Fronteras, que acompaña a modo de protección a los migrantes.
Todos comenzaron a desesperarse, la orden dada a los oficiales era de no dejar pasar, por ningún motivo, a los caminantes centroamericanos que ya sumaban casi cinco mil sobre la carretera.
Los guías pidieron a los migrantes formar una comisión para entablar un diálogo entre el comisario de la Policía Federal y autoridades del Instituto Nacional de Migración.
La idea de las autoridades era que aceptaran el plan “Estás en tu casa”, anunciado el jueves por el presidente Enrique Peña Nieto, que ofrece trabajo a los indocumentados que decidan quedarse de manera temporal en los estados de Oaxaca y Chiapas.
Como era de esperarse rechazaron el plan, dijeron que su destino son los Estados Unidos y pidieron facilidades para llegar hasta la frontera Norte de México.
Una vez que llegaron a un acuerdo, los oficiales recularon.
Permitieron el avance de la caravana que junta sumaba más de un kilómetro.
"Sí se pudo, sí se pudo", gritaron los migrantes quienes caminaron los primeros metros a paso veloz, pero el cansancio los venció y pronto comenzaron a solicitar aventones.
Alrededor de las 13:00 horas del sábado los primeros grupos comenzaron a arribar a su primera parada en Oaxaca.
Habían vencido, por ahora, un duro obstáculo.