Le dijeron que tenía unas semanas de vida y ahora es campeona en fisicoculturismo Frontera.info

Una mujer que una vez sufrió de anorexia que amenazaba su vida ha vencido a sus demonios para convertirse en campeona de fisicoculturismo.
Chelsea Kamody, de 30 años, oriunda de Florida, estaba en la escuela secundaria cuando su abuela, que era su mejor amiga, falleció de cáncer, dejando a Chelsea sintiéndose angustiada y fuera de control.
Ella vio su peso caer a 60 libras (27.
2 kilos) y comenzó a hacer ejercicio en exceso, a veces hasta por 12 horas al día.
"Mi abuela y yo éramos increíblemente cercanas.
Ella era mi profesora de piano desde que tenía tres años.
Soy concertista y la música es una gran parte de mi vida ", dijo.
"Fui a su casa todos los días después de la escuela desde la guardería hasta el noveno grado cuando se enfermó".
"Tuve que ver lentamente a mi increíblemente fuerte abuela básicamente deteriorarse", dijo Chelsea.
"No soy muy buena para expresar mis emociones, así que embotellé todo, y básicamente comencé a usar el ejercicio como una salida.
"Llegaba a casa de la escuela y literalmente saltaba la cuerda en el sótano durante tres o cuatro horas.
Luego encontré un amor por correr, y corría millas y millas por día para ignorar mi dolor emocional.
"No solo estaba ejercitándome obsesivamente, sino que perdí por completo el apetito y no comía nada.
Tengo un metabolismo increíblemente rápido, así que además de no comer y quemar muchas calorías, comencé a perder peso".
Hasta 2012, Chelsea se abstendría de comer, excepto apio y plátanos.
Sus huesos se volvieron tan frágiles que sufrió fracturas en 23 huesos en solo dos años.
Se le cayó el pelo y estaba constantemente fría.
"Me mareaba constantemente y básicamente pasaba todos los días rezando para no desmayarme.
Estaba en un agujero negro, lo más aterrador del mundo es cuando sabes que estás en una batalla diaria contigo mismo, y sabes que estás perdiendo".
No fue sino hasta noviembre de 2014, cuando su médico le advirtió que podría morir dentro de unas semanas si continuaba.
En enero de 2015, notó la diferencia en su peso.
Chelsea ahora pesa 142 libras (64.
4 kilos), indica Daily Mail.
"Fui hospitalizada varias veces, ingresada en centros de tratamiento, rodeada de médicos, terapeutas y otros pacientes enfermos, y odié cada minuto de eso", relató.
"Mi ritmo cardíaco era muy bajo, ni siquiera me permitieron levantarme para ir al baño porque temían que cualquier movimiento hiciera que mi corazón se detuviera".
Chelsea sintió que "realmente no tenía otra opción" en lo que respecta a su recuperación.
"He sufrido durante 10 años y literalmente arruiné esa parte de mi vida.
Intenté varias veces arreglarlo en esos años, pero no fui lo suficientemente fuerte ", dijo.
Finalmente, me dijeron que iba a morir.
Mis órganos básicamente se estaban apagando y mi corazón apenas latía.
Que te digan que solo le quedan unas pocas semanas de vida es una de las cosas más aterradoras.
"Estaba más dedicada y obsesionado con comer sano que cualquiera que conociera.
Pasé horas y días de mi vida leyendo revistas de fitness y estudiando ejercicios o artículos de nutrición.
"Con todo este tiempo que dediqué, ¿por qué me veía tan mal? No fue justo.
Fue entonces cuando me di cuenta de que había fallado.
Durante todos esos años, dije que podía cambiar esto por mi cuenta, y que ahora literalmente estaba a punto de morir.
Esta fue mi última oportunidad.
Decidí competir como objetivo.
Siempre soñé con competir.
En 2017, Chelsea entró en una competencia y se colocó en primer lugar en la categoría de novatos en bikini.
Ella le da crédito a su entrenador, Cliff Wilson, así como a su familia y amigos por su apoyo constante.
"Honestamente, no pensé que sucedería.
¿Por qué esta vez sería diferente a cualquier otra vez en los últimos 10 años cuando dije que arreglaría esto? Pero valió la pena intentarlo ", dijo.
"Investigué sobre una dieta adecuada para ganar peso, conversé con algunas personas en grupos de ejercicios en Facebook y comencé a imaginarme a mí misma compitiendo.
"Para ser sincera, eso fue lo que me ayudó a pasar las primeras dos semanas.
Pasar de no comer nada y hacer horas de cardio a 2.
500 calorías y muy poco cardio fue lo más difícil que he hecho.
"Tengo un increíble sistema de apoyo entre mis amigos, familiares, competidores y mi entrenador.
Todos están increíblemente orgullosos de mí, especialmente los que estuvieron allí durante los años malos.
No te rindas.
Muchas veces, parece que es imposible, y has excavado demasiado profundo, pero nunca es demasiado tarde para cambiar tu vida.
No tengas miedo de admitir que tienes un problema.
La aceptación es la parte más difícil, pero una vez que estás dispuesto a cambiar y aceptar la ayuda, hay innumerables sistemas de apoyo disponibles".