Hombre polémico por su arrojo como policía ministerial y al mismo tiempo reconocido entre sus compañeros por su experiencia, ese es Jesús Carrasco Ruiz, exsecretario de Seguridad Pública en Ahome, quien en 2013 salió ileso de una emboscada en Guasave, pero ayer fue alcanzado por las balas en un atentado directo al interior de Ciudad Universitaria, falleció ésta tarde en el hospital de Culiacán.
De toda la confianza de Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, exdirector de la Policía Ministerial durante el sexenio de Mario López Valdez, Carrasco Ruiz fue instructor de tiro al interior de la corporación estatal, pero cobró notoriedad a inicios de 2012, cuando siendo comandante y encargado de la Policía Ministerial en el norte de Sinaloa asumió al mismo tiempo la titularidad de la Policía Municipal en Ahome, en relevo del mayor del Ejército retirado León Horacio Reyes, recién detenido y encarcelado.
Enviado para contener los embates de grupos criminales que habían incrementado la ola de violencia en el norte del estado, Carrasco Ruiz rápidamente asumió un control policial absoluto en Ahome y eventualmente en municipios aledaños, como El Fuerte, Choix, Sinaloa y Guasave, este último en donde a finales de enero de 2012 acudió en apoyo a un operativo tras un atentado a militares en pleno centro de la ciudad que dejó tres militares muertos.
Esa noche, Carrasco discutió fuertemente y casi se lía a golpes con el entonces director de la Policía Municipal de Guasave, Leocadio Cabrera.
Incluso varios elementos cortaron cartucho y se apuntaron con sus armas de cargo.
Al final de esa noche, 32 elementos policiales de Guasave, incluido Leocadio Cabrera y varios coordinadores, fueron detenidos por el jefe policial de Ahome y encerrados en la base de la Ministerial, para enviarlos otro día a Culiacán en calidad de presentados por «presunta omisión de auxilio a las Fuerzas Armadas».
Del atentado sufrido este sábado en la Facultad de Derecho de la UAS varios agentes se dijeron sorprendidos de que en ese justo momento caminaba solo, sin escolta, pues como jefe policial siempre era visible el resguardo.
A tal grado de que en marzo de 2012 algunos de sus vecinos en la colonia Bienestar, en Los Mochis, señalaron como excesivas su medidas de seguridad, pues afuera de donde vivía colocó muros de concreto, y siempre se movía en vehículos blindados y numerosa escolta.
En esa ocasión, el jefe policial dijo que el nivel de riesgo que corría por su encargo era suficiente para explicar el nivel de seguridad que cargaba.
Incluso declaró a diversos medios que si pudiera tendría un tanque de guerra afuera de su casa.