Probé HotGo y quedé decepcionado y sin ganas de hacerme rico Dailytrend.mx

Llegó sin avisar, prácticamente de la nada.
Si en Instagram sigues a celebridades que gustan de despojarse de su ropa para posar en cueros ante las cámaras —caso concreto, a Celia Lora—, habrás notado que tu feed de pronto se llenó de publicidad de HotGo, servicio de streaming para adultos que contrató a la hija de Alex Lora como imagen oficial.
Luego empezó el hype.
Sobrenombres como “el Netflix del porno” y la publicidad misma de Celia hicieron que el público pornógrafo pusiera sus ojos sobre esta iniciativa, y que pensara en la posibilidad de encontrar mejor material que el que tienen sitios de rigor como XVideos y Pornhub.
Yo mismo soy aficionado al porno y sentí la urgencia de constatar todo lo que se decía sobre HotGo.
Después de todo, la promesa de novedades xxx y de contenidos en HD es suficiente para considerar pagar por porno en plena segunda década del tercer milenio.
Pagué, vi (o traté de ver) porno, mi gesto pasó de la alegría a la molestia y vengo a contarte mi experiencia para que tú no tengas que hacerlo.
O al menos no por ahora.
Al momento de elaborar esta nota, la sensación con HotGo es que sigue en fase beta (si no es que alfa).
No hay app y la única manera de ingresar es a través de algún navegador.
Para abrir una cuenta puedes elegir entre pagar suscripción mensual o semestral.
Con la primera debes desembolsar 150 pesos al mes y con la segunda 500 (de golpe).
Tras abrir la cuenta, debes establecer contraseña y un nip.
Cada que inicies sesión te pedirá los dos, así que es muy importante que no los olvides.
De ahí se abren las aparentes puertas al paraíso: acceso a contenidos recientes y en alta definición de Brazzers, Playboy TV, Venus, SeXtreme, Penthouse y Private.
Si no eliges una marca, puedes quedarte en el menú principal, en donde verás categorías como “Tendencias”, “Estrenos, “Solo Mexicanas” y otras que te recordarán a la manera en que Netflix categoriza en razón de los gustos que su algoritmo vaya detectando.
Aquí es donde viene el problema.
Es un lío ver videos en HotGo.
La interfaz quiere ser amigable, pero resulta molesta (no importa si solo estás desplazando la pantalla hacia abajo o hacia arriba, si tu dedo tocó un thumbnail, este se expandirá, tapará tu campo de visión y acabarás confundido).
Cuando de entre el caos visual por fin te decidas por un video, verás que tardará en reproducirse.
Y si se te ocurre retroceder porque viste algo que merece ser repetido, se trabará.
No tendrás de otra más que salirte de ese video, buscar otro (pasando por la respectiva invasión al campo de visión) y recetarte otra vez un tiempo de carga que ni los juegos del primer PlayStation requerían.
  Si tu intención era darte placer en compañía de porno, HotGo se encargará de bajarte la calentura y de dejarte tan frío como cadáver tendido en el hielo.
Quiero pensar que simplemente este no es el momento para pagar por HotGo.
Lo más seguro es que en cuestión de semanas sus errores sean corregidos y que se lance una app para resumir procesos.
Pero en lo que sucede, lo mejor sigue siendo sumergirse en XVideos, Nudevista, Pornhub y demás portales que, sin cobrar, ofrecen lo que el cerebro pornógrafo necesita al instante.
*Imágenes: HotGo.
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