Crónica Gomezpalatina El Siglo de Torreón

Este próximo día 25 de julio, se cumple el 184 aniversario del nacimiento del ilustre fundador de la ciudad de Gómez Palacio, Durango don Santiago Lavín Cuadra, notable personaje, emigrante español que arribó a nuestro país por la aduana de Tampico el mes de enero de 1849, nació en Ahedo provincia de Santander el 25 de julio de 1934, venía con la firme intención de labrarse un porvenir a través del trabajo, siguiendo el ejemplo de otros compatriotas hispanos que llegaron a México y lograron prosperar laborando intensamente, lo que motivó a muchos otros a dejar su tierra natal y aventurarse a nuestro continente en la búsqueda de la supervivencia y el progreso.
El Sr.
Lavín emprendió su viaje con los mismos ideales, sueños y anhelos similares a los de sus hermanos de raza que los habían precedido y también a causa del conflicto provocado por la guerra napoleónica que les dañó en bienes y vidas, obligándolos a dejar su terruño.
En Tampico.
Tamaulipas, donde ya se encontraba uno de sus hermanos, permaneció durante once años, colocándose a su sombra y protección en el ramo del comercio.
Con esfuerzos denodados y dedicación extrema, logró ahorrar un pequeño capital con el cual de nueva cuenta emigró a tierras laguneras, a las que llegó por el año de 1860, ya que existió constancia de que el año de 1861 ya estaba en la región, dedicado a otorgar créditos a empresarios y al arrendamiento de ranchos para la siembra del algodón, que en ese tiempo era el cultivo que otorgaba grandes rendimientos, formando además una sociedad que denominaron "Lavín y Compañía", para dedicarse a trabajar juntos, don Santiago a su vez arrendó el rancho de Santa Cruz a don Juan Ignacio Jiménez, quien era dueño de la hacienda de Santa Rosa de Lima, el actual Gómez Palacio, Durango.
En Santa Cruz, se inició su carrera en la agricultura, adquiriendo el conocimiento y la experiencia sobre esa actividad y situaciones complementarias importantes que vivían las demás personas que se dedicaban al mismo negocio, lo que le permitió lograr la manera de buscar un progreso adicional económico en base a las necesidades ajenas.
Precisamente en el terreno de las finanzas aprovechó muchas de las oportunidades que se le presentaron, para incrementar sus rendimientos y a la vez ampliar su cartera de clientes, que a la larga y por medio de su habilidad, le permitió incrementar en poco tiempo su fortuna y relacionarse entre los hacendados, y hacerse, junto a sus socios, de numerosos predios agrícolas que destinaban al arrendamiento en condiciones favorables para su sociedad.
Las grandes y continuas avenidas del río Nazas, que al igual traían su enorme carga de beneficios y prosperidad, en paralelo causaban destrozos en las labores ubicadas en su cauce.
Como fue el caso de la hacienda de Santa Rosa de Lima, que constantemente tenía que afrontar las inundaciones en sus labores, provocando que su propietario el Sr.
Juan Ignacio Jiménez, tuviera que cambiar el casco de la hacienda y sus instalaciones, a un lugar más retirado del original asentamiento, precisamente al sitio donde se encuentra actualmente la colonia Santa Rosa, teniendo que hacer fuertes erogaciones para poder instalarse en el nuevo sitio, con la buena fortuna que sus tierras estaban en el lugar por donde se proyectaba que pasarían las vías del Ferrocarril Central Mexicano, que debería recorrer nuestro territorio de sur a norte, saliendo de la capital del país, México, hasta el Paso del Norte, hoy Ciudad Juárez.
Aprovechando el Sr.
Lavín, que el trazo definitivo cruzaba por sus propiedades al descartarse las otras dos rutas planeadas; la primera, por la ciudad de Durango capital que, por sus elevadas serranías, no era propicia para cubrirse, ya que las máquinas de vapor de esos tiempos no tenían la potencia necesaria para salvarlas.
La segunda ruta propuesta era por el rumbo de Cuencamé (actual vía corta a México, por carretera).
Y la que finalmente se decidió, por ser la más plana y directa, fue la que hoy conocemos y que llega a nuestra comarca.
Se argumentaba que carecía de agua para abastecer las máquinas, ese obstáculo se resolvió con la instalación de grandes tanques de almacenamiento colocados a orillas de la vía, a distancias convenientes, mismos que eran llenados con el líquido que transportaban los trenes, y que luego se recargaba en los sitios donde era posible hacerlo.
Con la llegada del ferrocarril, nuestra región entraba en una etapa de oportunidades y progreso, al tener un medio de comunicación internacional que le auguraba un porvenir formidable y que la colocaba de lleno en campos de la superación y el desarrollo.
Con una visión trascendente don Santiago proyectó la creación de una comunidad que aprovechara esa situación tan propicia para crear una ciudad, por lo que procedió a enajenar fracciones de terrenos a precios muy módicos a particulares y a donar otras, con la finalidad de que al menor tiempo posible fueran construidas y ocupadas, casas habitación, almacenes y otros edificios con carácter de finca urbana, bajo estrictas condiciones, como estar rodeado de algunos árboles, al igual que las calles debían contar con líneas de fresnos u otros árboles de adorno, cada 5 metros de distancia y estar debidamente cercados los predios, en un plazo máximo de tres años, igualmente se proporcionaron sin costo amplios espacios para que los industriales construyeran sus fábricas y asegurar la estancia de los habitantes mediante el empleo y de esa forma se le dio a la naciente congregación, la vocación industrial que la caracteriza.
Con esas generosas acciones don Santiago Lavín Cuadra se convirtió en el Fundador de nuestra ciudad, misma que a través del tiempo, ha sido testigo de innumerables hechos relevantes que le han dado una notable dimensión histórica.
Fue hospitalaria y humanitaria al paso del Padre de la Patria don Miguel Hidalgo y Costilla, prisionero y escarnecido por los realistas españoles y los traidores nacionales, desde su aprehensión en los desiertos de Acatita de Baján, hasta ser conducido a la ciudad de Chihuahua para ser juzgado y fusilado.
Llegó a nuestras tierras por el poblado San Sebastián el Viejo a unas cuantas leguas de la actual cabecera municipal y allí permaneció encadenado a un sabino que aún se encuentra en el sitio, el 11 de abril de 1811, de donde salió rumbo a Lerdo en otra etapa y posteriormente a Mapimí, y de allí siguió su camino al norte.
Más adelante en 1864, la hacienda de Santa Rosa de Lima se cubrió de gloria al recibir al Benemérito de las Américas don Benito Juárez García, al frente de la República Itinerante en el enfrentamiento de sus tropas contra los invasores franceses, convirtiéndose en sede de nuestra patria, ya que nuestro prócer representaba los supremos poderes de la nación.
El año de 1910 se inició en nuestro pueblo la Revolución Mexicana, cumpliendo cabalmente con la propuesta de don Francisco I.
Madero emitida en el Plan de San Luis, levantándose en armas nuestros caudillos el 20 de noviembre de ese año dándonos el orgulloso título de Cuna de la Revolución Mexicana en Durango.
Veintiséis años más tarde fuimos parte del protagonismo de la Reforma Agraria del presidente Lázaro Cárdenas del Río con el Reparto de Tierras que se inició en nuestro municipio.
Esta larga trayectoria nos permite advertir la importancia del empeño de ese gran personaje, que gracias a su tenaz esfuerzo consiguió que Gómez Palacio se constituyera en una gran ciudad de nuestra patria, la cual fue bautizada con el nombre de un gran estadista, patriota republicano y juarista don Francisco Gómez Palacio y Bravo quien figurara en el gabinete del Patricio de Guelatao, como exitoso encargado de asuntos internacionales, luego como diputado federal y gobernador del Estado de Durango en dos ocasiones de brillante trayectoria que le permitió ganarse el respeto y la admiración del pueblo de nuestra entidad.
Fue también apoderado jurídico de don Santiago Lavín y amigo personal, por lo que, en agradecimiento y reconocimiento, solicitó a cambio de su noble actuación que la nueva ciudad llevara el nombre de Gómez Palacio, Durango.
El dinámico desarrollo de la población, le permitió obtener el rango de ciudad sin pasar por el proceso de ser un rancho y luego una villa.
Finalmente, el 21 de diciembre de 1905, al reformarse la Ley de División Territorial del Estado de Durango por acuerdo del Congreso del Estado, Gómez Palacio fue declarado autónomo, perteneciente al Municipio del mismo nombre y separado definitivamente del Partido de Mapimí y de la antigua cabecera de Lerdo, en atención a su extraordinario despegue en todos los órdenes y a la proyección económica tan relevante que había alcanzado.
Por lo anterior, en esta ocasión en que celebramos un aniversario más del nacimiento de don Santiago Lavín Cuadra, es momento de reconocer la capacidad, determinación y visión de este inolvidable personaje, que gracias a su trabajo, tenacidad y espíritu creativo, logró sus objetivos y permitió que a su vera se desarrollaran a través del tiempo una gran pléyade de personas de grandes capacidades que han hecho de esta ciudad un emporio de trabajo y le han dado ocasión de encontrarse en un lugar apreciable en el entorno económico nacional.
A la distancia, podemos observar la relevancia de esta acción de nuestro fundador y hacernos una reflexión profunda de los alcances de este notable hecho, puesto que aquí nos hemos desarrollado los gomezpalatinos e igualmente hemos contribuido en nuestras posibilidades y conocimientos a continuar engrandeciendo esta noble y generosa comunidad que nos ha permitido vivir y aspirar a mejores posibilidades.
Este cronista aprovecha para hacer un comentario al margen, recientemente apareció mi nombre en una publicación donde se hacía denuncia pública de algunas supuestas problemáticas acontecidas en mi querida Casa de la Cultura de Gómez Palacio, compositora Ernestina Gamboa Almeida, por lo en este espacio ratifico ser totalmente ajeno a esa situación, y no haber tenido ningún conocimiento previo del contenido del escrito en mención.
Ramlom28@hotmail.
com Bibliografía: Vida y obra de Santiago Lavín de Roberto Martínez García y ensayo sobre la fundación y desarrollo de la ciudad de Gómez Palacio de Pablo Machuca Macías.
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