Historias bajo la luz correcta El Siglo de Torreón

Su talento la ha llevado a posicionarse como una de las mejores fotógrafas de retrato en México.
Sus imágenes han poblado las páginas de revistas como Gatopardo, Elle, Casa Viva y NatGeo.
El primer contacto con el oficio lo tuvo al cursar la carrera de Ciencias de la Comunicación.
La fotografía la atrapó y desde entonces, se convirtió en su mayor pasión.
Los enfoques que consigue y la calidad de la captura que garantiza han conquistado a empresas internacionales.
Descubre facetas íntimas en los rostros de sus modelos, se ha especializado en esa área que otorga identidad tanto como la oculta.
Por sus hallazgos en lo que está a la vista, Ana Hop se ha hecho de un prestigio.
ANA ISABEL Ana Isabel Estrada, mejor conocida como Ana Hop, es una especialista de la lente interesada en capturar momentos de carácter muy personal.
Se transforman en arte fotogrático gracias a la visión personal y narrativa que les imprime.
La semilla de trabajar con luz la sembró su madre, que estudió fotografía.
En la licenciatura descubrió los retos que conlleva la fotografía.
Decidió no dejar de practicar y no cejó en sus empeños.
Su objetivo de ser una profesional de la obturación la llevó a estudiar los entresijos de la exposición a la luz en el extranjero.
Al terminar la licenciatura sus conocimientos en su área de especialidad eran contundentes.
Un primer trabajo llegó con forma no de personas sino de platillos.
La contrató un restaurante en Naucalpan de Juárez, municipio del Estado de México.
Retrató todo el menú y las cartas.
Luego, tomó un avión con destino a Londres, Inglaterra.
A seguir con su formación en el Central Saint Martins, prestigiosa escuela de arte y diseño.
 Allí se concentró en aprender todas las técnicas necesarias para ir puliendo poco a poco, la mirada proclive al encuadre tan inesperado como acertado.
Sus bases son el legado materno y la curiosidad académica; el compromiso se ha traducido en dominio de la técnica y experticia.
Ya cerca de la mitad de su tercera década de vida, Ana Hop reinventa las sensaciones originadas cuando pasaba horas extras en la escuela, en el cuarto oscuro.
Desde entonces ya intuía que ese romance con la cámara era para toda la vida.
Hop ha traspasado las fronteras nacionales.
Le buscan para atrapar la personalidad, eso que oculta múltiples claves en una faz, de una forma creativa.
En sus capturas muestra la esencia de sus modelos de una manera que parece ideada para no ser expuesta.
Su primera foto fue un autorretrato.
En esos días tomó prestada la técnica de su madre, también recibió un poco de la materna ayuda.
El idilio de Ana con los rostros comenzó muy temprano, sus amigos cercanos fueron sus objetivos de prueba.
Ya con el dosier bajo el brazo recibió oportunidades para sumarse a los departamentos de fotografía en revistas conocidas a nivel internacional.
PUBLICACIONES El ojo de Hop le ha valido escaparates en Europa.
El más frecuente es el portal alemán Freunde von Freunden, una comunidad digital de creadores.
Quizás su trabajo más elaborado sea una serie de retratos denominada People you may know, que se traduce como Personas que puede que conozcas.
En ella, la fotógrafa captura con luz, en el sitio en que viven, a individuos creativos que llaman su atención.
La temática es sencilla en su objetivo y ambición.
Junto a la imagen, sube una pequeña entrevista con los fotografiados para conocer un poco sobre ellos, sobre sus profesiones y sus vidas.
Los visita en sus domicilios porque el hogar de cada quien habla mucho sobre su personalidad.
El renombre profesional logrado a partir de ofrecer una perspectiva única y diferente logró traducirse en contratos y ofertas.
Ana Isabel Estrada ha trabajado para la revista National Geographic Traveller.
Fotografías de su autoría han aparecido en las portadas de los números dedicados a la Riviera Maya y a Los Cabos.
EN SOLITARIO Ana Hope tiene una revista en línea llamada Marco.
Su plan es imprimirla de forma semestral y que cada edición incluya cuatro tomos, dos portafolios de retrato y un perfil escrito.
Su reproducción se limitará a un tiraje de mil ejemplares.
Marco es una revista independiente especializada en fotografía.
En ella encuentran un lugar para expresarse individuos que viven con pasión el México creativo contemporáneo.
En otro apartado de su labor, Ana Hop trabaja como editora para la revista SOHO, de la editorial Televisa.
Ana sabe que cada rostro es una historia y, por más sencillos que parezcan sus retratos, siempre trata de capturar en el entorno elementos que contribuyan a proyectar la esencia de la persona, pues su pasión es contar un relato sin hacer uso de las palabras.
Uno de sus trabajos más llamativos le fue encomendado por la empresa Nike.
Le pidieron hacer una serie de retratos de una veintena de individuos, de diferentes oficios, profesiones y ocupaciones, por las calles de la Ciudad de México.
La fotógrafa anduvo todo el día mochila al hombro, con las zapatillas que contemplaba el encargo.
No tardó mucho en encontrar rostros, expresiones, que le llamaban la atención.
Lo demás era acercarse, ganarse su confianza y hacer las fotos.
La misión era obturar la realidad de cada uno de los elegidos, en su entorno y en sus quehaceres.
Ana Isabel Estrada asegura recibir de forma frecuente correos electrónicos con mensajes como: “Gracias a ti, tengo unas ganas enormes de visitar México” o “Eres como un consejo visual de México, te sigo en todas tus redes”.
Si bien su especialidad son las caras del ser humano, eso no le ha impedido conseguir imágenes sorprendentes en los que se encuadran paisajes típicos mexicanos.
LUZ NATURAL Ver el trabajo de Ana es navegar por un mar de historias, por corrientes de momentos.
Los relatos gozan de la adecuada iluminación, los personajes cuentan sus vidas a través de sus gestos, de sus contextos, del espacio a su alrededor.
En cada ejercicio incluso hay lugar para las miradas esquivas.
La búsqueda de Hop también se da por los lados de la limpieza visual y de la mágica normalidad.
En su lente, la humanidad es capturada en el instante en que dejaron de lado máscaras, problemas, excesos y fueron personas únicas y legítimas.
A la hora de retratar, la principal aliada de Ana Isabel es la luz natural.
Se apoya en los colores sobrios y en el sentimiento de melancolía que produce el acto de interpretar a una persona.
Le gusta tomar de sus personajes un poco de sus vidas que es puesta al servicio de la narración.
De ese modo, el ejercicio se desarrolla conforme a un estilo minimalista, simple, sin pretensiones ni posturas.
Simplicidad y pulcritud son las características de su trabajo.
Un requisito es la desconexión con el mundo exterior: “Estoy muy concentrada para sacar lo que más pueda de una sesión, sea trabajo, personal o editorial, publicidad o algo específico”, después de todo ella aspira a producir cosas a las que llama “imágenes renacentistas contemporáneas”.
Algunos de sus referentes, nombres que gozan de su admiración desde que inició su trayectoria, son Erwin Olaf, Annie Leibovitz y Cindy Sherman.
Tenerlos presentes le ha permitido encontrar características en los objetivos a fijar con luz.
Ana Hop logró con esfuerzo y dedicación situarse en los primeros planos de la fotografía mexicana.
No sólo eso, sus proyectos en solitario le permiten llegar a otros veneros de la creatividad de los que rescata experiencias y le ayudan a mejorar.
Además, le gusta la decoración de interiores, de manera que rostro y entorno enlazan de forma atinada en las obras a las que da aliento visual.
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