Da gracias a Dios por haber recogido antes a su hijo Elimparcial.com Sonora

No sabe qué fue lo que la movió esa tarde del 5 de junio a recoger a su hijo antes de la hora planeada de la guardería ABC, pero lo que es un hecho es que con él en brazos escuchó que algo "tronó fuerte", vio caer una lona y después todo fue caos y confusión.
Ana Laura Rey no recuerda más.
Sólo sabe que batalló junto con otros cuatro papás para salir, llegó a su casa porque sí, después de eso manejó y en su mente está el recuerdo de su hijo llorando.
Nada lo calmaba.
Le quitaron la ropa para ver si se había quemado.
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vio las noticias y se enteró de todo lo ocurrido.
Ella no podía parar de llorar y agradecer la dicha de tener a su hijo con ella.
"Esa noche yo no dormí viéndolo", recordó.
"Empecé a ver cuántos niños estaban saliendo y los nombres que yo conocía, me empecé a atacar, yo no lo podía creer que yo tenía a mi niño conmigo, lloraba porque daba gracias a Dios que estaba el mío conmigo", relató, "decía ¡Dios mío!, cinco segundos más tarde no sé qué hubiera pasado".
La familia en ese entonces no llevó a Ángel al médico, pues consideraba que estaba bien; tiempo después recibió la visita de personal para comunicarle que habían sacado una lista y sabían que el niño había estado ese día en la guardería, por lo que era necesario que lo llevaran a revisar y le hicieran su expediente.
Y aunque en un principio no aceptó; conforme pasó el tiempo el niño empezó con calenturas que le empezaban "de la nada", a enfermarse seguido de la garganta.
Después empezaron las alergias y otro tipo de problemas de salud.
Llegó el momento en que estaba enfermo cada 20 a 25 días.
Empezaron los estudios, primero en el Hospital Ángeles, en la Ciudad de México, siguieron los tratamientos, consultas, estudios y hasta una operación de las amígdalas.
Es hasta preescolar cuando las maestras le empiezan a decir que su hijo se quedaba dormido en clases.
Empezaron a pedirle más estudios y conforme fue pasando el tiempo se dieron cuenta de más cosas: El niño perdió el sentido del gusto, para él la comida no tiene sabor, si come, bien y si no, también, señaló su mamá.
El diagnósticoEn el Hospital La Raza, en la Ciudad de México, le dicen que tiene apnea, hipoapnea y piernas inquietas, también descubren que tiene una parte del cerebro más pequeña que otra.
Después al entrar a primaria continuó quedándose dormido en clase y los estudios continuaron, detectaron que su cuerpo tampoco produce la hormona del crecimiento.
Una doctora le señala que tiene narcolepsia, indicó su mamá, pero ahora le faltan estudios para ver en qué grado.
Entre lágrimas,Ana Laura señaló lo que la doctora le dijo: "No tiene cura, hay que aprender a vivir con esto".
Y en esa etapa están, de continuar con los estudios, mientras sigue la lucha porque su hijo sea reclasificado y reconocido como lesionado.
A nueve años de lo ocurrido sólo pide justicia para su hijo y un trato con mayor sensibilidad por parte del IMSS.
"Quiero que se haga justicia con Ángel, que me ayuden a que él pueda ser un niño normal".
Aunque Ángel Daniel Machado sólo tiene 10 años, marchará hoy en solidaridad con otras familias que no tuvieron la misma suerte que él.